Los Guardias Civiles comisionados en Cataluña piden descansos rotativos al Gobierno

Los guardias civiles desplazados a Cataluña se encuentran alojados en su mayoría en barcos italianos en los puertos de Tarragona y Barcelona, en camarotes para dos personas que le cuestan al Estado 150 euros diarios por cada guardia civil. Estancia que conlleva el alojamiento y la comida que para los guardias civiles resulta poco nutritiva. No obstante, el Gobierno se ha encargado de mejorar estas condiciones, ya que anteriormente pagaba 120 euros diarios por guardia civil, y con la diferencia de 30 euros en algo se ha notado una mejoría.

Igualmente, los guardias civiles disfrutan de un mayor margen de tiempo para el caso de ser requeridos sus servicios de urgencia, pues un turno uniformado tiene la obligación de estar en situación de iniciar el servicio en un tiempo de reacción máximo de media hora, otros vistiendo de paisano tienen la obligación de estar localizables, para el caso de requerir sus servicios, en un tiempo máximo de reacción de una hora, y un tercer grueso de agentes tienen hasta dos horas autorizadas de reacción ante su requerimiento, lo que les permite un margen de libre circulación.

Así se encuentran todos los días, sin ninguno de descanso, viviendo en un barco.

Es por eso que la organización profesional IGC, solicita al Gobierno que un tercio de los efectivos roten en turnos de descanso de una semana por dos de servicio, sin perjuicio de incorporarse a la mayor brevedad si la situación de seguridad nacional y orden público variara en Cataluña.

El Gobierno y el grupo parlamentario Popular ya informó que los efectivos desplazados a Cataluña no pueden ser sustituidos por otros, porque éstos son especialistas en Seguridad y Antidisturbios, u otras unidades de Reserva, por lo que no pueden ser suplidos por guardias civiles patrulleros de Seguridad Ciudadana, que no tienen el adiestramiento necesario.

IGC propone también que todos los guardias civiles desplazados a Cataluña por la amenaza de declaración de independencia, sean felicitados con anotación en su ficha personal, y puedan ostentar una mención honorífica por esa labor, tal cual ocurrió en 1992 por la participación de la Guardia Civil en la seguridad de las Olimpiadas de Barcelona.

Independientes de la Guardia Civil IGC considera que los valores supremos de justicia, igualdad, y solidaridad deben ser reales para todos los españoles, sin que haya ciudadanos o Comunidades privilegiadas en perjuicio de los ciudadanos y Comunidades Autónomas leales a su país España, que jamás han planteado su segregación, y por ello «consideramos de urgente necesidad la equiparación salarial de todos los funcionarios de la misma clase y función, y por tanto requerimos la subida salarial de los guardias civiles y policiales nacionales, hasta lograr la equidad con respecto a los funcionarios policiales de las Comunidades Autónomas con competencias delegadas por el Gobierno en materia de seguridad y orden público».