Los guardias civiles apuntan a su exdirector leonés: «Ha sido nefasto y un déspota»

Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid y miembro del cuerpo superior de Administradores Civiles del Estado, el leonés Leonardo Marcos -Valderas, 1958- se encuentra en el punto de mira del cuerpo de la Guardia Civil tras conocerse su posible relación con la trama del caso Koldo.

Marcos lleva toda su carrera desempeñando diferentes cargos vinculados a la Administración del Estado. Fue secretario general de la Delegación del Gobierno en Castilla y León, inspector de Interior, subdirector de Recursos Humanos del Instituto Nacional de Estadística y subdirector de Posgrado y Doctorado en Educación. También ejerció como consejero de Información en las embajadas de España en Argentina, Estados Unidos y China. Su último puesto fue el de director general de Protección Civil y Emergencias antes de dar el salto como máximo responsable de la Guardia Civil.

El leonés habría sido señalado como la persona que filtró a Koldo García que el cuerpo estaba investigando la trama. Una situación que ha hecho reaccionar a los sindicatos del Instituto Armado por afectar «gravemente» la imagen de la benemérita y de sus integrantes.

La destitución de Marcos en septiembre de 2024 ocurrió en pleno avance de la investigación de la Unidad Central Operativa (UCO), que señalaba su posible conexión con el soplo a los investigados.

Durante el año que ha permanecido en el cuerpo, el secretario de Comunicación de Jucil -sindicato mayoritario de la Guardia Civil-, Gus Leal, ha manifestado que ha sido una figura que ha pasado «sin pena ni gloria» y calificaba su gestión de «nefasta». «No ha mejorado en nada a la Guardia Civil». Además, el trato que el director prestaba a los agentes lo ha tildado de «déspota» y lamentaba su reacción tras la muerte de dos compañeros en Barbate: «Le faltaba el copazo y el puro».

Tras consultar sus servicios jurídicos, los sindicatos mayoritarios Jucil y Augc ya han avanzado que se personarán como acusación particular y que prsentarán una denuncia por un presunto delito de infidelidad en la custodia de documentos y de la violación de secretos contra su exdirector.

«Es un jarro de agua fría, pero la Guardia Civil es más que esto. La mayoría son profesionales que están por vocación y defienden la justicia y la ley», sentenciaba Leal.

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