Las grandes orquestas se convierten en el principal reclamo en las verbenas de León

Las orquestas siguen siendo uno de los principales reclamos de las fiestas del pueblo. Ayuntamientos, comisiones y juntas vecinales que cierran con meses de antelación fechas con sus bandas favoritas para el siguiente año.

Pero este 2024 el aumento de los precios ha generado que su demanda disminuya. Tatiana Fernández, responsable de Helio Espectáculos, una de las oficinas de contratación y representación de grandes orquestas como Cañón o Clan Cero, confiesa que la gente sigue buscando orquestas aunque ya no les vale con cualquier orquesta.

En la pandemia este sector fue uno de los más afectados, debido a que la mayoría de sus espectáculos, por no decir su totalidad, fueron cancelados dejando a cientos de personas sin empleo y a localidades sin fiestas.

Las restricciones parecían alargarse en el tiempo y esto generó, en su parte positiva, que los ayuntamientos y las juntas vecinales consiguieron ahorrar un presupuesto que se multiplicó en los años posteriores cuando se volvieron a legalizar las verbenas.

Pero esto ha tenido sus consecuencias. Este año la demanda de orquestas ha sido menor aunque muy intenso en los grupos con referencias previas. «En los años post pandemia las orquestas fueron una locura porque las instituciones decidieron apostar fuerte» indica,

Son muchos los municipios que en las fiestas patronales de su pueblo optan por la colocación de dos grandes orquestas que tocaban de forma alterna para cubrir los saltos temporales y los descansos de la anterior. Una tradición, que según comenta Fernández está desapareciendo ya que los presupuestos no son los que eran.

«Las discotecas móviles y las macro discotecas nos están comiendo la merienda», asegura la representante. Una nueva tendencia en la que la música enlatada repunta sobre todo en los jóvenes y que sale mucho más «económica» y «rentable» debido a que «no es lo mismo cubrir el trabajo de una orquesta que el de una discorta a móvil.

Tras años trabajando en el sector y «mamando» la profesión por herencia de su padre, Fernández asegura que en las programaciones de festejos ya notas las apuestas «diferentes» con una mayor variedad pero sin tanto presupuesto.

«Las macro discotecas tienen cada vez montajes más elaborados», asegura. Un viejo competidor que ha conseguido renovarse, mantenerse y que, actualmente, está en auge. «El problema de las macro discotecas es que nunca se van a enfrentar al problema que nos enfrentamos nosotros «, añade. Con un personal «escaso» y sin apenas mercado donde elegir artistas para componer las orquestas, el problema que indica la responsable de la compañía viene derivado de la pandemia, en el que muchos de los miembros de las orquestas decidieron abandonar este puesto laboral para buscar algo que «asegurarse» su futuro.

«La gente cada día te exige más y es normal porque tienen miedo que pueda volver a ocurrir algo parecido a lo que pasó en 2020», indica. Un problema que parte de la desconfianza y el miedo de los miembros de las orquestas y en el que «se juegan» su futuro.

En las discotecas móviles este «problema» no es notable debido a que un DJ «puntero» puede ser uno y otro. «El organizador que tiene dinero apuesta siempre por orquestas y sabe de antemano cuál quiere», asegura. Una situación que ha cambiado con el tiempo ya que antes los representantes asesoraban a los contratantes para guiar un poco según el presupuesto marcado, una serie de opciones que pudiesen encajar con la organización.

La tendencia de este 2024 indica que las orquestas grandes están en «muy buen momento» mientras que las orquestas medianas están en el limbo de su desaparición. «De aquí a un par de años la mayoría de las orquestas sin gran notoriedad seguramente acaben extinguiéndose», explica. Una situación que se debe también al coste que le supone a los representantes y los empresarios que las llevan debido a que es muy parecido el coste de una grande y una pequeña.

La gran afluencia de público, sobre todo joven, marca un momento de «auge» para la verbena. Un movimiento masivo que viaja en función de las referencias y nombres de las grandes orquestas. «Cañón por ejemplo es una orquesta que te llena un lunes o un miércoles, es una apuesta segura», indica.

Algo que también ha cambiado en la afluencia de gente en los pueblos de la montaña los cuales ya no solo se mueven por cercanía sino también por gusto musical. Una competición rural en el que los pueblos «compiten con orquestas» y en los que las comisiones buscan la mayor afluencia de público posible para poder costear las fiestas. «Llevar una comisión de fiestas no es nada fácil», indica.

En muchas ocasiones son los propios ayuntamientos los que derivan parte de su presupuesto a los festejos de la localidad, pero en muchos otros casos, sobre todo en la montaña leonesa, las comisiones son las únicas encargadas de pagar todos los costes, algo que cubren mediante las ganancias obtenidas en su mayoría por las, popularmente conocidas como tascas.

«El público es el que manda y las mejores orquestas son las que empatizan con el público y hacen que este se mueva», asegura. Baile, cambios de vestuario y una motivación que cada vez se acerca más a la que aporta una discoteca móvil. «Los artistas no tienen tiempo ni para respirar muchas veces», indíca Fernández. Cuando la fiesta está «arriba» es muy importante no dejar que el público se relaje. El tiempo es la «clave» para que nadie se mueva del lugar debido a que en el parón por descanso la mayor parte de la gente abandona y aprovecha para irse. «Ahora triunfa las orquestas que no paran y para ello hace falta gente con muy buen fondo físico», añade.

Un factor muy diferencial que ha variado con el paso de los años ya que, según indica la representante, cuando comenzó en este sector, lo primordial de las orquestas eran las buenas voces y el espectáculo pasaba a un segundo plano. Una moda que nunca dejará de ser el alma de la fiesta de un pueblo.

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