El gran reto de la ingeniería leonesa Tresca: conseguir que el hidrógeno tome el relevo al carbón

Su actividad alcanza a todo el mundo pero su acción ha sido de enorme calado en el espectacular giro energético hacia el que se encamina la provincia de León. Su acción ha sido determinante en la implementación de los proyectos vinculados al área de La Robla y de su diseño parten numerosos proyectos del ámbito energético.

Proyectos de presente y de futuro que, según se remarca desde la propia consultora, «devolverán a León el peso en la industria energética que tuvo años atrás en el auge del carbón».

Tresca fue fundada por Francisco Carro en 2001 y siempre ha seguido una trayectoria de crecimiento constante y sostenido. En los últimos años su división de nuevas técnicas energéticas ha sufrido un fuerte crecimiento provocado por la llegada de las tecnologías asociadas al hidrógeno y los combustibles sintéticos.

Y de este modo esta empresa leonesa, con sede en el Parque Tecnológico y cuyo crecimiento se ha fraguado desde el anonimato, es «la primera empresa del ámbito nacional y en muchos aspectos europeos en cuanto a desarrollo de proyectos de hidrógeno renovable, trabajando para las principales compañías y grupos inversores».

El 2022 Tresca cerró un ejercicio con presencia en más de 80 proyectos de hidrógeno y una veintena asociados «a nuevas tecnologías energéticas como son el amoniaco o los combustibles sintéticos y biológicos».

Dentro de la extensa cartera de proyectos de Tresca se encuentran directamente vinculada a los aquellos de desarrollo energético asociados a la Robla, uno de producción de hidrogeno y otro de producción de energía eléctrica a partir de biomasa.

El proyecto de Hidrogeno diseñado por Tresca se trata de una gran planta de producción a partir de energía eléctrica renovable con una capacidad de 260 megavatios, liderado por Naturgy y por Enagas.

El proyecto de producción de energía eléctrica a partir de biomasa esta liderado por el grupo desarrollador Reolum y prevé la instalación de una planta de producción de 50 megavatios.

Ambos proyectos están ubicados en la Robla, y ambos grupos inversores han confiado en Tresca para el desarrollo y diseño de las plantas así como para ser la ingeniería de la propiedad.

Francisco Carro, responsable de Tresca, destaca el papel nuclear de La Robla en los nuevos retos energéticos y su efecto tractor hasta el punto que hoy «ya se están estudiando otros proyectos adicionales. Si finalmente todos estos proyectos del ámbito energético se materializan en la Robla, junto con los ya existentes devolvería a León el peso en la industria energética que tuvo años atrás en el auge del carbón».