La Gran Recogida de alimentos fracasa en León este 2023. La crisis, la subida de los precios y una sensación de cansancio generalizado en la sociedad que siempre ha respondido a la llamada solidaria están detrás de una campaña que cierra un año duro para ... el Banco de Alimentos.
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A la espera de conocer la cifra definitiva del dinero recaudado en la Gran Recogida que se desarrolló a lo largo de la última semana de noviembre, el resultado no es positivo. «Ha ido fatal», reconoce directamente Juani Pérez, responsable del Banco de Alimentos de León, que duda incluso que el total llegue a los 50.000 euros. «Por ahí andaremos».
Lo que está claro es que esta Gran Recogida ha sido «mucho peor que otros años». En 2021, en plena recuperación tras la pandemia y con el nuevo sistema de donación en caja recién instaurado se llegó a los 80.000 euros. En 2022 todo parecía indicar una recuperación en las donaciones con 95.000 euros, pero la tendencia se ha roto este 2023.
Tampoco ha sido buena la donación de alimentos física. El comentario que más escucharon los voluntarios en los supermercados donde se pudo dejar comida en caja fue «si no tengo para mí, ¿cómo voy a darle a los demás?». Porque lo que notan los voluntarios es que la sociedad «está cansada».
«Se ha instalado el pensamiento general de que las ayudas no llegan a todos, que los trabajadores se esfuerzan día a día, que hacen todo lo que pueden y aun así les cuesta llegar a fin de mes, y con esa situación dicen: 'y a mí quién me ayuda'», cuenta Juani mientras carga cajas y coloca el almacén en su nueva ubicación junto al depósito municipal en uno de los días más gélidos del año en León.
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Un sentimiento de hastío que ha calado y que deja las arcas del Banco más vacías que otros años. Aunque la situación no preocupa ni disgusta a los voluntarios, sí «da pena». «Nosotros con lo que tengamos vamos a trabajar y a gestionarlo al máximo como siempre hemos hecho», explica Pérez, que reconoce al mismo tiempo que ese dinero de la Gran Recogida era una «reserva para tirar cuando haga falta» que «ya no vamos a tener».
El Banco de Alimentos se enfrenta así a un invierno que se prevé complicado, con más familias solicitando su ayuda y apurando al máximo los fondos de una Gran Recogida que «ha sido un fracaso». «Son las circunstancias y atenderemos con lo que tengamos, habrá que adaptarse», concluye. Una media de diez personas al día recurren a este servicio en León.
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