El Gobierno convierte a Valladolid en eje de mercancías del noroeste mientras Torneros espera

La plataforma intermodal de Torneros, empantanada en medio de una maraña burocrática por la aprobación del impacto ambiental entre la Junta y el Gobierno, ya ve como su 'fotocopia' en Valladolid se desarrolla.

El consejo de ministros ha dado luz verde al acuerdo, a petición del Ministerio de Tranportes, Movilidad y Agenda Urbana, por el que se autoriza la ejecución de las obras del proyecto de construcción de la playa de mercancías del complejo ferroviario y su conexión con la red de Valladolid, por un valor de 28,4 millones de euros.

Con este proyecto, Valladolid se convertirá en centro neurálgico para el transporte de mercancías hacia el noroeste, puesto al que aspira Torneros desde hace diez años, y borra de un plumazo las grandes aspiraciones de ser puerto seco con las que contaba el proyecto leonés.

El nudo logístico se ubicará en una estación para el transporte de mercancías en la zona conocida como Páramo de San Isidro, que asumirá todas las operaciones de trenes de carga que pasan por Campo Grande.

La plataforma de Torneros no es incompatible con este proyecto que ha aprobado para Valladolid el Gobierno de España. Sin embargo, pone en evidencia las dos velocidades en el desarrollo de este tipo de proyectos.

La inversión en León apenas ha superado los 250.000 euros, con un boceto de proyecto estancado. Mientras que Transportes otorga de una tacada 28,4 millones para la playa de mercancías de la capital vallisoletana.

La actuación en Torneros-Grulleros cuenta con una superficie total de 198 hectáreas, de las que 54 corresponden al sistema general ferroviario y las restantes a la plataforma logística.