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Majo y Castañón, durante el pleno. Campillo
No era día de funcionarios… sí de Quijotes

No era día de funcionarios… sí de Quijotes

El interventor y la secretaria estuvieron en el 'punto de mira' durante el pleno ordinario y algunos diputados se sintieron Don Quijote por un momento

RUBÉN FARIÑAS

León

Miércoles, 30 de mayo 2018, 14:43

Fue una mañana extraña en el Palacio de los Guzmanes. Los pájaros quisieron disparar a las escopetas o, mejor dicho, fueron los políticos los que criticaron y no fueron criticados por una vez.

El primero en cargar la escopeta fue Pedro Muñoz dirigiéndose al interventor por su escrito sobre la modificación de créditos del presupuesto de la Diputación de León.

«Un interventor desconoce si se ha incumplido la regla de gasto, según el informe», dijo el portavoz de Coalición por el Bierzo. «Parece que se ha incumplido, pero no lo aseguro», respondió el funcionario.

Eso enfadó aún más al bercianista. «Hay que ser más honroso, diga que se ha incumplido, no diga que parece porque quiera salvar su puesto. Quiero que como funcionario diga sí, se ha incumplido, o no». A ello se defendía el interventor recordando que fue un comentario de la comisión y que «incumplir la regla no dictamina ilegalidad».

Majo y secretaria

Cambio de protagonistas y de nuevo disparan desde la clase política. La propuesta de resolución de la convocatoria del Plan Provincial de Cooperación Municipal vivió un 'baile de número' que evitó su aprobación.

La secretaria otorgaba una subvención de 326.000 euros a Castropodame que no era tal. «Ha sido un error con las comas», se defendía la funcionaria; excusa que no sirvió al presidente de la Diputación, que reprochó el error y la imposibilidad de esa cifra para un municipio dentro de esta línea de ayudas.

Llegan los 'quijotes'

Y todo ello parecía 'crecer' a la clase política provincia. Con lanza en astillero salió al ataque Juan Carlos Fernández, portavoz de Ciudadanos. Su caballo, de batalla, Gersul llegaba al pleno para que el hidalgo de San Andrés del Rabanedo reconociera que solo le quedaba encadenarse «para encontrar una solución o un problema». Y fue a más: «Solo el Quijote de Ciudadanos está avisando, y no tardará en llegar la deuda de 23 millones de euros».

También fue quijotesca la intervención de Pedro Muñoz para recuperar la Cruz de Peñalba y devolvérsela al Bierzo, aunque esta reliquia empiece a ser un molino de viento y no acaba de cruzar el Manzanal. Al igual que se quedó solo ante el peligro Miguel Flecha al acusar a la Junta de un nivel alto de EBAU y no denunciar el bajo nivel de otras provincias, como podría ser buen ejemplo la tierra del caballero de Cervantes.

Aunque si hay un Quijote en esta provincia, que bien merezca honores, ese es Jesús Calleja, rocín flaco y galgo corredor, que recibirá un reconocimiento de todos los leoneses.

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