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Los funcionarios de prisiones, convocados por el sindicato Acaip, se manifestaron la mañana de este viernes frente a la Subdelegación del Gobierno bajo el lema «Nada que celebrar». Con esta reivindicación, los trabajadores de la cárcel de León rechazan participar en la Festividad de La Merced del próximo lunes y reclaman mejorar sus condiciones laborales y, sobre todo, su seguridad.
Los funcionarios portaron camisetas manchadas de sangre para representar mediante una alegoría las agresiones a las que se ven sometido «constantemente» por parte de los internos. Una problemática que «se ha intensificado en los últimos meses» como consecuencia de «la falta de personal» y la «desprotección» por parte del Ministerio de Interior, acusa Félix Alonso, portavoz sindical de los trabajadores.
Alonso explica que actos como los de Nuestra Señora de La Merced, programados para este lunes, son «un blanqueamiento» de lo que ocurre en las prisiones. Una situación que se ha extremado hasta el punto de que «tenemos módulos en los que un solo compañero está al cargo de 90 o 100 presos», asegura el representante de Acaip. Una problemática derivada del hecho de que «haya más de 140 plazas vacantes dentro de una red de plantilla de 523 puestos», explica Félix Alonso sobre la coyuntura que se vive en el centro penitenciario de la provincia.
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Alonso va más allá y acusa al subdelegado del Gobierno en León, Faustino Sánchez de retorcer los datos: «No es cierto que haya un funcionario para cada dos presos en España. Nosotros tenemos módulos donde los internos están hacinados por la imposibilidad de abrir otras partes de la cárcel, ya que no tenemos el personal suficiente para cubrir todas las estancias».
Los funcionarios no pudieron reunirse con Sánchez durante la mañana de este viernes, pero sí que le entregaron un dossier con las reivindicaciones que vertebran sus protestas. Unas quejas que se concitan en «falta de reconocimiento», «aumento salarial» e «inseguridad laboral».
Los funcionarios de prisiones de León critican duramente que la dirección del centro haya aprobado la instalación de seis palmeras ornamentales de hasta tres metros de altura. Una inversión que los trabajadores califican de «prescindible» y que «podría haberse destinado a mejorar la seguridad de los trabajadores del centro».
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