From Washington to León

Para llegar a León los alumnos de la Universidad de Washington recorren cerca de 9.000 kilómetros. Y merece la pena. Lo aseguran los propios estudiantes que siempre regresan «con la sensación de haber vivido una experiencia única».

Seattle y León tienen tendido un cordón umbilical imposible de imaginar décadas atrás. Una serie de confluencias casi casuales, con una dosis de empatía fuera de lo normal y una apuesta que sobrepasa todo lo institucional propició que hace más de una década se plasmara una relación que hoy mantiene el espíritu intacto.

«Conseguimos lo que era impensable, trabajamos sin descanso y los resultados se van viendo con el paso del tiempo. Lo que se ha conseguido entre León y Washington es algo excepcional y magnífico que debería perdurar durante muchas generaciones», suele recordar Luis Fernando Estaban, cónsul honorario de España en Seattle.

Según la clasificación académica publicada por el US News & World Report,​ la Universidad de Washington ocupa el puesto número diez entre las universidades a nivel mundial. De ahí que los reclamos para colaborar con esta institución y para estar dentro de su radar sean permanentes.

Pero lo cierto es que esta universidad tan solo cuenta con dos sedes estables en Europa, una Italia y una segunda en León capital. «Estamos orgullosos de la relación que tenemos con León y para nuestros estudiantes es una oportunidad única esta experiencia», se resalta desde la institución norteamericana.

Esta misma semana León capital ha recibido a 23 dentro del programa denominado 'Spanish Leon: Beginning to Advanced Spanish', un grupo que ha llegado acompañado por dos profesores de la Universidad de Washington.

Con los grupos de este año serán cerca de 1.500 los alumnos que han tomado un 'puente aéreo' tan singular como increíble. En su primer día en León, el programa es obligado: «Hoy han tenido la ocasión de realizar una ruta guiada por las calles y plazas más típicas de nuestra ciudad con el fin de experimentar una total inmersión en la cultura y el idioma que van a aprender desde el primer momento».

Una apretada agenda que se extenderá hasta el 7 de junio, momento en el que regresarán a su país, incluirá tanto visitas de tipo cultural como un programa de actividades más que completo.

Fue en 2021 cuando se firmó el último convenio de colaboración con el ayuntamiento de León, un convenio que mantiene la cesión del Palacio Conde Luna (cuya imagen en Washington ya es común) y que garantiza un flujo de estudiantes de enorme valor.

«Nuestros alumnos han vivido con familias leonesas, la sienten como su segunda casa y todos hablan de la belleza, la calidez y la buena comida», se recordaba en la firma de aquel convenio.

1.500 estudiantes y más de 60 profesores dan una idea de lo mucho que Washington le ha dado a León y lo mucho que León le ha dado a Washington.

La relación de León y Washington nacía en 2010, cuando los reyes inauguraron entonces la única sede de la universidad de Washington en Europa, tras haber participado en un 'proyecto piloto' los 15 primeros alumnos en el año 2007.

Pero el proyecto de la universidad de Washington en León ha superado ya el terreno educativo para adentrarse en la colaboración empresarial. De ahí que las relaciones entre empresas del parque tecnológico leonés con el estado de Seattle sean hoy casi rutinarias, aunque «ampliables».

«Hay casos de éxito notables de empresarios leoneses», se advierte desde la propia universidad norteamericana. León y Washington han creado una buena 'tierra de cultivo' en la que germinarán proyectos tras años de confianza mutua. Será el premio a un esfuerzo tan extraordinario como silencioso.

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