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Es una receta humilde y sencilla pero que deleita todos los paladares desde hace lustros. Ajo, pan de hogaza, pimentón dulce y agua son los ingredientes para las sopas de ajo que no pueden faltar en la víspera de San Pedro en León.
Un plato natural, tradicional y reconfortante que en esta noche de miércoles ha desafiado al calor. La organización ha servido 500 raciones adelantándose una hora a la cita prevista en el programa de fiestas, para todos aquellos que querían ver los fuegos artificiales con el estómago caliente.
En total la organización de la Federación de Peñas ha utilizado seis kilos de ajo y cinco litros de aceite para realizar este plato que esperaban ansiosos los leoneses que querían cumplir con la tradición en la plaza Mayor, realizando una ordenada fila con la que recibir sus sopas de ajo.
Y es que este plato es un ingrediente común a las fiestas de León, sean cuales sean, como dejaron inmortalizado para siempre los entonces reyes, Don Juan Carlos y Doña Sofía, en 1978 cuando no dudaron en acercar la cuchara a la boca para probar unas sopas de ajo muy leonesas durante las fiestas de San Froilán.
Es San Pedro el que ahora prueba este manjar que fue base de la alimentación de la población durante décadas pero que ahora se une a la música, el baile y las ganas de fiesta.
La cuchara de madera y el cuenco de barro son imprescindibles en esta cita que ha desafiado al calor que asola toda la provincia para disfrutar de una vianda tan antigua como sabrosa. Así León encara los últimos días de fiesta con el ánimo lleno y el estómago también.
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