La pólvora ilumina la leonesa noche de San Juan

Cielo despejado y temperatura agradable. Los leoneses tenían todos los ingredientes para disfrutar de la noche más corta del año, esa que se pasa en la calle entre los fuegos, la hoguera y los conciertos de la plaza Mayor y de la explanada de los Pendones Leoneses.

Una noche dedicada a la fiesta, a la divesión y al buen rollo en la que imperan la luz, la música, el color pero también una noche para quemar todo lo malo, para deshacerse de los sucesos negativos y pedir a la noche mágica la renovación que llega con el calor y el verano.

Cuando al reloj le quedaba media hora para tocar las 00.00 horas, miles de leoneses ya se habían echado a la calle. Una gran mayoría a la ribera del Bernesga para contemplar la media hora de fuegos con los que se da el pistoletazo de salida a la semana de fiestas.

En la noche más mágica y corta del año, la del 23 al 24 de junio, el cielo ha brillado con el gran castillo de fuegos artificiales preparados, que durante media hora iluminó la noche de la capital.

Los intensos castillos de colores se fueron combinando en un ritual que se llevó los aplausos del público en varios momentos del espectáculo, donde tampoco faltaron las admiraciones de los más pequeños, que confiaban algunos en que aquello no acabara, y los otros en que aquel intenso ruido llegara a su fin.

Sea como fuere, el aplauso tras una gran traca final puso de acuerdo a todos, en una noche de pólvora y luz donde, si tiene que ocurrir la magia en algún momento del año, que sea en la noche de San Juan.

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