Pantalones garantizados un año más

En unos tiempos en los que ganarse los cuartos está bastante complicado, un grupo de personas se postra ante la iglesia de San Marcelo. Empieza a amanecer en León y ellos levantan el arco triunfal sobre el que se colocará el altar que preside la figura de San Juan Bautista.

El Grupo Tenada ha vuelto a exponer el recuerdo a las tradiciones de siglos atrás con las que los mozos de los barrios trataban de ganarse la propina para disfrutar de la fiesta.

Eran otros tiempos, muy diferentes a los de ahora, pero que esta compañía trata de evitar que mueran en el olvido. Podría llamarse, en jerga leonesa, un filandón con el que recordar a los que hasta allí acuden una historia del folklore leonés al que amenaza la extinción.

«Una perrina para San Juan», pedía una de las mujeres que acudían con su platillo al inicio de la calle Ancha. «San Juan no come», responde otro, a lo que la primera le reprocha con un «pero gasta pantalones».

Los mayores se acercan al lugar, conocedores de la tradición. Sonríen y entregan su moneda. Tras ellos lo hacen los más jóvenes, desconocedores de la historia aunque con la ilusión de pertenecer a ella.

Un 24 de junio más, el altar de San Juan ha resistido a los nuevos tiempos y ha llevado una pizca de recuerdo del León que se resiste a desaparecer.

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