León ruge en el fuego de San Juan

Paseo nocturno en busca de la ubicación más cercana o plan de noche con bocatas y bebida para disfrutar de la magia del fuego en una noche de San Juan.

Fueron miles los leoneses que se acercaron al parque de Eras de Renueva para, entre los árboles, poder admirar como la figura diseñada baja el nombre 'El rugido del León' empezaba a arder tras una traca.

La detonación final hizo que en cuestión de segundo las llamas hicieran añicos la estructura de varios metros de altura que durante toda la semana había presidido la zona verde.

El fuego purificador de esta mágica noche llevó a muchos a pedir sus deseos o depositarlos días antes en el entorno de la hoguera. Otros optaron por arrojar aquellos malos recuerdos del año y marcar así un punto de inflexión en estas fiestas de San Juan y San Pedro.

La hoguera dedicada al León del siglo XXI hacía un rápido repaso a algunos de los elementos que han confeccionado el urbanismo de la ciudad en las últimas décadas.

Ardió el león saliendo de la alcantarilla, el Musac, el Auditorio Ciudad de León y el Palacio de Exposiciones. El último en hacerlo fue el gallo de San Isidoro, que resistió en lo alto cantando con el sonido del fuego destrozando la estructura.

Fueron pocos minutos los que duró la llamarada que iluminó la madrugada más corta del año. Los Bomberos de León se emplearon para que todo estuviera bajo control cuando las llamas escapaban con el viento. Algunas briznas sorprendían a los asistentes con el efecto de la gravedad en aquella dirección en la que soplaba el viento.

Del fuego a la música. La hoguera se consumía y una marea humana regresaba en dirección al centro de la ciudad para disfrutar del rock en los Pendones Leoneses o del pop de Chenoa en la Plaza Mayor en una noche que no había hecho más que comenzar.

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