León rememora su hito más preciado

Nadie tiene argumentos suficientemente poderosos en su mano para negar la importancia capital del Reino de León en la historia nacional y europea. Su legado cultural y político, además del territorial, siguen siendo hoy día objeto de estudio y reconocimiento.

Este sábado, León ha querido presumir de pasado, ha querido sacar el orgullo de su legado recreando un hito único: las Cortes de 1188 convocadas por Alfonso IX, el evento en el que, por primera vez, el pueblo tuvo voz en una decisión política.

La Basílica de San Isidoro, que hace casi un milenio acogió este histórico acto, ha sido testigo de nuevo de esta recreación histórica.

Un cortejo compuesto por un centenar de personas, en el que aparecían miembros de la nobleza, del clero y los hombres buenos de las ciudades más importantes del viejo Reino de León, partió desde la Catedral, al son de música medieval y ataviados con ropajes de la época, en dirección a San Isidoro.

En el claustro de San Isidoro, en el mismo lugar donde hace más de ocho siglos las Cortes Leonesas sentaron precedente, se procedió a la teatralización de aquel histórico hecho, siguiendo al pie de la letra el testimonio de los Decreta.

Y lo han hecho recordando que es un hito que «todos deben sentir como suyo» y no solo ser recordado y reeditado en León «también en el resto de España e incluso en Europa».

León tuvo que trabajar ese reconocimiento histórico e internacional como Cuna del Parlamentarismo, que llegó hace una década, en 2013, cuando la Unesco, reunida en Seúl, dio ese honor – merecido – a León.

Por ello, León no quiere olvidar su origen, su hito pasado en el que fue pionero, en el que marcó el camino a Europa hacia una democracia que, hoy día, disfruta la mayor parte del viejo continente.

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