León (re)estrena a los gigantes

Alejandro Sáenz de Miera ha sido el responsable de una restauración en la que se han renovado por completo las estructuras internas y los rostros «reventados por el transporte y almacenamiento» se han mejorado para intentar que perduren unos años.

Una inversión de 20.000 euros ha servido para recuperar esta seña de identidad de la cultura leonesa e intentar salvaguardarlos de las cicatrices del paso del tiempo.

«Llevaban años en un estado lamentable y lo que tenemos que hacer es cuidarlos. Es un patrimonio fundamental dentro de lo que somos los leoneses y lo que es San Juan y San Pedro», ha apuntado el concejal de Fiestas.

La intervención más destacada ha sido en la estructura de los gigantes. En los rostros se ha hecho un saneamiento, revestimiento y acabados pictóricos. La Tarasca ha recuperado su tradición más antigua, cuyo origen se remonta a la figura de un dragón al que Santa Marta logró vencer. Por último, los tejidos «que estaban en muy mal estado» han intentado salvarlos sin cambiar mucho su estética.

Además, cada personaje contará con una caja forrada con el nombre de cada uno para cuidar el almacenaje. Toda esta actuación ha necesitado de dos meses para ser llevada a cabo.

Ahora la mora, el leonés, Zape, el coreano o el mago pueden presumir de imagen, bailar al ritmo de flauta dulce y tambor y brillar para llevar a León sus grandes fiestas.