Una feria a contrarreloj

La feria se monta a contrarreloj. El objetivo pasa por tener todas las atracciones listas este mismo viernes, 23 de junio, noche de San Juan, cuando a las seis de las tarde se encienda el Real.

Las labores de montaje han empezado en el recinto ferial y las primeras barracas ya han llegado al parking de Clarés.

Tras un mes a contratiempo, con un concurso que quedó desierto y seis ofertas -tres quedaron desiertas y una se descartó- posteriores para gestionar y explotar la feria de San Juan y San Pedro, ahora toca acelerar para que todo esté preparado en la inauguración.

Una adjudicación no exenta de polémica, ya que la Asociación Leonesa de Feriantes denunció la existencia de un preacuerdo con el Ayuntamiento de León que finalmente no se llevó a cabo.

La concesión quedó en manos de un empresario que garantizó el canon de 24.501 euros anuales, en una vigencia de dos años, con una prórroga posible de otros dos. No fue hasta este viernes cuando la junta de gobierno daba luz verde al contrato que fue publicado este mismo lunes.

La montaña rusa y el 'saltamontes' son los primeros en aterrizar en la explanada. Diferentes operarios se encargan de que todo esté en condiciones para el momento en el que las atracciones echen a rodar.

Será este viernes cuando la diversión, el color y la música se activen junto al Reino de León. También llegarán aquí los puestos ambulantes y las casetas de vecinos e inmigrantes para completar la cara más lúdica y gastronómica de San Juan y San Pedro.

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