Fangoria descarga toda su energía en una abarrotada Plaza Mayor

Los diez minutos de espera hicieron que mereciera la pena. No cabía un alma en el recinto, que se quedaba pequeño y prendado del poderío desarbolado de la artista.

'El Rey del Glam', en este caso reina, fue en lo que se convirtió Alaska desde que piso el entablado. Ataviada en su prieto vestido negro con brillantes, uno de sus clásicos diseños, hizo sonar 'Mil campanas' en su corazón y en el de los miles de leoneses.

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Con su potente liderazgo en Fangoria, Olvido Gara destiló buenas dosis del pop más irreverente con canciones que han logrado formar parte del imaginario colectivo de un país.

Huyendo de dramas y buscando comedias, Fangoria exaltó auténticos himnos generacionales como el mítico 'A quién le importa' o la 'Geometría polisentimental', que hizo poner a bailar a toda la Plaza marcando una coreografía bien ejecutada.

Alaska se dejó abrazar durante todo el concierto por la sugerencia de una música electrónica con la que garantiza que todos se muevan a su ritmo.