El Fandi, Cayetano y Pablo Aguado, por la puerta grande en León

Verónicas y chicuelinas que sacaron a la grada una buena dosis de aplausos, venidos a menos cuando el toro, muy entero de mano, se vino a menos. El Fandi mató con acierto pese a escuchar un aviso y el premio a la faena fue la vuelta al ruedo para el astado y el mismo recorrido con dos orejas para un Fandi enorme.

Todo lo que le fue bien a El Fandi le fue mal para Cayetano en el segundo, que tuvo mal augurio en el recibo capotero.

El toro, Raleo (515 kilos), bajó muchos enteros y le complicó el arte al diestro, que tuvo que sufrir en la arena de lo lindo para conseguir que el público no se sintiera incómodo.

Lo intentó el diestro con el capote, donde estuvo irregular, y no logró mayores méritos ante un animal al que mató con la estocada algo caída. Al final, oreja y ovación en un trámite.

En el tercero de la tarde todo el público miraba a Pablo Aguado como si fuera un superhéroe. Lo es, en realidad. Apenas hace una semana, en la plaza de toros de Las Ventas, estuvo a un paso de perder la vida. El astado, entonces, le perforó el muslo derecho con sendas trayectorias que sumaban 25 centímetros.

Este domingo, en León, la afición se rindió a su entereza y su compromiso con la fiesta. Valor, todo. Así que poco importó que en la antesala 'Carcelario' dejara protagonismo al primer sobrero 'Fotógrafo' (519 kilos).

Aguado se lanzó a la arena con el mismo brío que el astado, que sin embargo, se quedó sin fuelle. Una tanda a diestras y 'Fotógrafo' pedía tiempo para respirar.

Tan poco daba el animal que Aguado llegó a desesperarse. El final acabó con el tormento. Estocada en lo alto y merecida oreja por el compromiso y el valor ante un toro de poco tiro.

La de este domingo fue una buena tarde de toreros y una comprometida tarde de astados. Que se lo digan a 'Almendrito', el cuarto, al que Fandi intentó exprimir como una naranja. Y no había forma.

Al capote respondió de forman muy escasa y de ahí en adelante todo fue a peor. Poco bravo, con poco pulmón. Fandi sudaba en el coso leonés porque a todo lo que hacía el toro respondía con mal gesto en el morro. Ni un paso al frente. Así que lo mejor fue la dedicatoria a la peña asturiana que cada año se desplaza para saludar al diestro y el acierto con la espada.

El público, consciente de lo sucedido, se puso de parte del torero y coreó su nombre hasta que el presidente plegó a entregar una oreja al diestro.

Ateo (475 kilos) tuvo mucho que decir en el quinto de la tarde. Temple tuvo Cayetano para intentar sacar lo mejor de este astado, bien entregado a la causa, atento al capote y sin despreciar nunca la faena.

Cayetano, grande en las banderillas, acertó con la espada y tuvo como premio dos orejas.

La jornada terminó con 'Boticario' en la arena (536 kilos) y Aguado estuvo por encima en todo momento. Pausadas fueron las verónicas, a la querencia viajó a encontrarse con el picador.

Fue accidentado el tercio de banderillas: si al primer par salvó el quite providencial de Cayetano, al tercero de la cuadrilla consiguió hilvanarle y dar con él en el albero, afortunadamente sin cornada. Aguado hizo su trabajo con acierto y se mereció, con la estocada final, la oreja que enseño a la grada.

Al final puerta grande para El Fandi, Cayetano y Pablo Aguado en un coso con media entrada y buen ambiente taurino.