Sin drones, sin fuegos y con lío en los conciertos: así vivió León la noche de San Pedro

La polémica enturbia la mágica noche de San Pedro en León. Es el segundo fin de semana grande de las fiestas de la capital y los leoneses estaban dispuestos a disfrutarlo tanto o más si cabe que el de San Juan, pero no ha podido ser.

La primera mala noticia de la retahíla que ha marcado una noche para muchos desastrosa llegaba a primera hora de la mañana. El Ayuntamiento de León anunciaba la cancelación de la tirada de fuegos artificiales y el espectáculo de drones que por primera vez se iba a celebrar en la capital.

Era una de las principales novedades de estas fiestas que se anunciaba a bombo y platillo. 220 drones surcarían los cielos de la capital a las 23.30 horas con un espectáculo diseñado específicamente para esta noche con el título 'Maravillas del mundo'. Pero la previsión de unas tormentas que finalmente no se dieron frenaba los planes.

No ha llovido este viernes en León como sí lo hacía las jornadas previas obligando a suspender las actuaciones, entre otros, de La Pegatina, otro de los platos fuertes de las fiestas. El temor a los pronósticos truncaba los planes para una noche que sí mantenía las sopas en la plaza Mayor... y los conciertos.

Es este otro de los puntos de la polémica noche. La plaza de los Pendones Leoneses debía recibir, según reza el programa de fiestas, a las 22.00 horas a Rafa Sánchez. Cuál fue la sorpresa del público cuando se encontraban a esa hora sobre el escenario al grupo OBK, cuya actuación estaba prevista a las 00.15 horas.

Las redes sociales no han tardado en pronunciarse al ver que, a la hora del segundo concierto, subía precisamente Rafa Sánchez. Un cambio en el orden de actuación que ha indignado al público, con asistentes que han viajado ex profeso de otras ciudades para ver a su grupo favorito, y no han llegado a ver más que una canción.

Un cambio que ha indignado en gran parte porque no ha sido anunciado. El Ayuntamiento de León, que compartía imágenes del concierto de OBK en sus redes, señala que el cambio de orden «se debió a causas ajenas al consistorio y a una decisión unilateral y no comunicada ni por parte de los grupos musicales ni de la agencia correspondiente».

Una noche de San Pedro en definitiva que no ha tenido ni lluvia, ni fuegos, ni drones, pero sí polémica.

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