«Se puede perder la celebración pero no la tradición», esta frase del alcalde de Valverde de la Virgen, David Fernández, es el resumen perfecto de lo que este año será la fiesta de San Froilán.
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El coronavirus ha propiciado que una de las ... tradiciones más arraigadas de León no pueda celebrarse. No se recuerda un hecho igual, «la gente más mayor nos dice que ni cuando la guerra se suspendió», apunta el alcalde. Un año donde las calles de la Virgen no se llenarán del colorido otorgado por los pendones, ni de la bravura que le dan las vacas y caballos. En su lugar, toca hacer la fiesta en casa, «comprar una buena morcilla, un chorizo y un buen vino de León y de postre, unas avellana y unas roscas», recomiendo Fernández.
Un consejo que el alcalde lo expande más allá de San Froilán. «Este virus ha propiciado una crisis económica sobre todo en el pequeño comercio, por eso es importante consumir productos de León», señala el alcalde de León.
Este viernes, los ayuntamientos del Voto, la Diputación, el Obispado y el Ayuntamiento de León acordaban la suspensión de la misa en el Santuario que estaba prevista, con aforo reducido.
Más de 60.000 personas no disfrutarán de una de las fiestas «hechas por el pueblo y para pueblo», pero el alcalde mira el lado positivo, «el próximo año se celebrará con más ilusión y cariño».
Esta es la tónica de un año diferente que ha dejado un extraño verano en este municipio que vive con fuerza la época estival, aun así «se intentó mantener todas las actividades adaptándolas a la nueva realidad», afirma el alcalde quien se muestra satisfecho con los 22.000 usuarios que pasaron por las instalaciones acuáticas.
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«Para esta corporación es importante generar un ciclo de actividades que permita a las familias del municipio mejorar la conciliación familiar», explica David Fernández.
Un trabajo que este año se ha multiplicado para adaptarse a las exigencias del virus. «El esfuerzo del Ayuntamiento ha sido grande pero es necesario ayudar a los vecinos, hay que hacerlo porque necesitamos que la vida siga hay que aprender a convivir con el virus», sostiene el alcalde.
Lo cierto es que la vida sigue, y aunque la actualidad la marca el covid, hay otros proyectos que el alcalde pone encima de la mesa como un rotonda en la N-120 en el desvió hacia Montejos, «uno de los puntos negros de la provincia». Y es que esta carretera soporta un volumen de circulación muy amplio, por ello el alcalde también solicita que se mejore esta travesía, «sobre todo en algunos puntos donde la inestabilidad en el coche es una constante».
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