Los feriantes solicitan a la Junta «poder trabajar» tras nueve meses «sin un ingreso y con impuestos»

El leonés Ángel Gutiérrez Cobos, presidente de la Asociación de Feriantes a nivel nacional, remarca que «sólo queremos trabajar, pero no nos dejan». La impotencia se nota en sus palabras mientras explica que «en verano nosotros tenemos que ahorrar, para vivir todo el año y para que los negocios el año que viene salgan en condiciones». Una situación que este año no será así.

Reclaman que ni siquiera los ayuntamientos les han perdonado el impuesto de circulación. «Hemos pagado más de 6.000 euros entre tasas, inspecciones e impuestos para poder trabajar», recuerda. Fue en octubre cuando se cerró la campaña de los feriantes y a principios de marzo Ángel ya estaba listo para retomar la actividad. «Sólo había hecho una fecha cuando saltó todo esto y me tuve que volver», lamenta.

La situación la entiende y lo primero es la salud. Pero reclama que nadie les hace caso ni les da una solución. «Ellos están de vacaciones» -en referencia a los políticos de las distintas administraciones- «y nosotros pasando hambre», asegura el feriante, quien reconoce que si las familias están saliendo adelante es gracias «a la ayuda de los padres que cobran la pensión».

Ángel Gutierrez no entiende la situación y asegura que «estos negocios vienen de generaciones, nunca hemos pedido ayuda, porque siempre nos ayudamos entre nosotros, pero ahora no podemos». En Castilla y León había en marzo más de 2.500 familias que vivían de la feria, ahora quedan 800. «Algunos están buscando trabajo por otro lado, como camioneros, y otros dejan de pagar la cuota, pero si dejo de pagar autónomos ya no me queda nada», explica la situación de la comunidad que es similar en toda España.

En unos meses ya sólo quedan en Castilla y León el 32% de las familias de feriantes, un ritmo de 'cierre' que, de seguir así, acabará con una profesión tan antigua como vital. «La feria da de comer a muchas familias, porque allí donde vamos compramos y consumimos en el comercio local», asegura el leonés.

Por ello, recuerda que la solución es trabajar y lamenta que en algunas comunidades no se les permita, mientras en otras si se puede organizar. «Cantabria tiene ferias y el protocolo de actuación se hizo en la asociación, lo hicimos los feriantes», asegura.

Un protocolo que fue estudiado por el Gobierno Autonómico de Cantabria y aprobado, pero que parece que en Castilla y León no es válido. «No se pueden usar hinchables ni camas elásticas por el contacto, se desinfectan todos los sitios después de su uso, una cola de entrada a la atracción y otra de salida...».

Ángel enumera algunas de las medidas que se llevan en las ferias de Cantabria y pregunta «¿cómo es posible que la feria no se pueda celebrar con medidas de seguridad y se permita que ayuntamientos y restaurantes contraten hinchables a día de hoy?». Sabe quienes son, pero no es venganza lo que busca sino justicia y vuelve a insistir: «de verdad que sólo queremos trabajar».

El feriante lamenta que «sólo nos hace caso la oposición» y explica que no importa el color de quien gobierne: «Cuando lo hace el PSOE el PP nos apoya y al revés, pero todos se ríen de nosotros». Ya están cansados. Los feriantes llevan meses sin una solución y comenzarán movilizaciones en toda España hasta que alguien «nos dé una solución». El 1 de septiembre se reunirán a las puertas de las Cortes y asegura Ángel que «de ahí no nos vamos a mover».

El feriante leonés asegura que también están trabajando en otro aspecto. «Estamos preparando un partido político a nivel nacional, porque somos muchas las familias que dependemos de la feria», explica asegurando que «somos tantos que podemos hacer un partido político».

Ya están trabajando en ello y dentro del mismo estarían representados los feriantes, las orquestas, mercados, mercadillos tradicionales y un sinfín de trabajadores que en agosto siguen sin tener una solución a sus problemas. «Somos más de 400.000 personas, seguro que los votos les duelen más que cualquier otra cosa», lamenta el leonés.