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Herminia y Tania, de la Asociación Feminista Leonesa Flora Tristán, que cumple 50 años. Sandra Santos
50 años de la Asociación Feminista Leonesa Flora Tristán

«El feminismo es complejo porque significa que te tienes que deconstruir»

Un grupo de mujeres «con conciencia» creó la asociación en la clandestinidad en 1975 y no se legalizó hasta dos años después | Es la única en España que ha trabajado durante medio siglo de forma continuada por lograr avances en la defensa de los derechos de las mujeres

Sábado, 8 de marzo 2025, 09:19

«¿Vuestros apellidos son Suárez y Díaz, ¿verdad?» comienza la entrevista. Pero Herminia apunta de forma elocuente que «conviene decir también el segundo, que es el de nuestra madre. Parece algo sencillo pero es simbólico de lo que es el patriarcado». Y así comienza, ya sí, la entrevista con Herminia Suárez Mata (León, 1950) y Tania Díaz Morcillo (La Bañeza, 1984), presidenta y socia de la Asociación Feminista Leonesa Flora Tristán, una de las más antiguas de España y la única que de forma ininterrumpida durante 50 años ha trabajado de forma incansable por la defensa de los derechos de las mujeres.

Fue en 1975 cuando un grupo de mujeres «con conciencia, unas abogadas, otras profesoras o veterinarias» decidía unirse y poner en marcha una asociación clandestina que no se legalizó hasta diciembre de 1977, como reflejan todavía los primeros carteles que se crearon donde se lee 'en trámite'. «En aquella época, con el fin del franquismo, había un movimiento social y político muy fuerte. Entonces luchábamos conjuntamente con los hombres, pero llegó un momento en el que nos dimos cuenta de que la lucha de las mujeres siempre era secundaria, siempre había que dejarla para otro momento, y fue el germen que motivó el inicio de la asociación», explica Herminia.

La propia Herminia, actual presidenta, llegó Flora Tristán en 1982. Aunque desde sus orígenes había seguido los pasos de las mujeres fundadoras, por entonces era estudiante de Derecho y decidió esperar a acabar la carrera para implicarse de forma activa en el movimiento. «En el 82 me metí de lleno, me acuerdo que se hacían entonces muchas cosas, vino por ejemplo en aquellos años Manuela Carmena y otras feministas históricas estuvieron en León», recuerda.

Primer cartel de la Asociación antes de que se legalizara. Al final, se puede leer 'en trámite'.
Imagen - Primer cartel de la Asociación antes de que se legalizara. Al final, se puede leer 'en trámite'.

En aquellos primeros años el papel de la asociación y sus objetivos eran claros: las mujeres querían trabajar en la independencia de su sexo ante unas condiciones de vida y laborales «completamente subordinadas a los hombres». Una época en la que la propia ley decía que las mujeres casadas eran «equivalentes a menores, a locos, a dementes, a los que no saben leer o escribir, y así lo decía un artículo del Código Civil, que las mujeres casadas estaban completamente sometidas a la autoridad marital, y les debían obediencia». Algo que aquellas fundadoras veían «flagrante» y que comenzó a cambiar, aunque fuera de forma ligera, en 1975 con la insistencia de la ONU para modificar ese artículo del Código Civil.

La relevancia de la Asociación Flora Tristán radica en que «desde el 75 hasta ahora ha trabajado de manera ininterrumpida, es un mérito que debemos a las compañeras fundadoras y a figuras importantes como Olga Castrillo», señala la actual presidenta. Porque juntas lograron defender el feminismo en un momento en el que la palabra fue «rechazada completamente». De hecho, la asociación en sus orígenes se llamó Asociación Leonesa de Mujeres Flora Tristán, y no fue hasta principios de los años 2000 cuando se incluyó en el acta el término feminismo, con palabras que dicen: «Como la liberación ha de ser necesariamente colectiva, hemos considerado fundamental la creación de la Asociación como un auténtico movimiento feminista en el que las mujeres se movilicen por su propia iniciativa y en defensa de sus propios intereses».

Primeras jornadas culturales celebradas en 1978. En la imagen, dos de las fundadoras de la Asociación, Mary Manoja y Milagros Pérez Presa. Aociación Flora Tristán

Porque la finalidad era precisamente esa, «crear conciencia y las condiciones para transformar la sociedad partiendo de una situación de desigualdad total», en un momento en el que se hablaba de un patriarcado «de coacción» que según filósofas actuales como Alicia Puleo ha pasado a ser uno de «consentimiento». «El feminismo es complejo porque significa que te tienes que deconstruir. No cabe la menor duda de que el patriarcado con su herramienta que es el machismo atraviesa la sociedad, atraviesa a todos los ámbitos, a todas las personas, de forma trasversal. Para ser consciente hay que trabajarlo, hay que trabajarlo con pensamiento crítico», explica Hermina. Porque para las asociadas el feminismo es «un movimiento colectivo y de emancipación de las mujeres que beneficia sin duda a toda la sociedad. Es un pensamiento crítico de la sociedad».

En la actualidad, Flora Tristán cuenta con 53 socias activas. Una de las más jóvenes Tania, que acompaña en esta entrevista a una de las más veteranas. Natural de la zona de La Bañeza, llegó a la asociación a través de su familia y su entorno. En uno de los encuentros trimestrales que organizó la asociación en su comarca, Tania tuvo la oportunidad de asistir. «Ese día marcó un antes y un después. A partir de ahí dije yo quiero estar con ellas, aprender de ellas, porque son una influencia muy positiva y la verdad que gracias a estar en contacto es un aprendizaje continuo. Es el sitio idóneo para conocer tu propia historia y la historia de las mujeres», explica.

Cada martes se reúnen para hablar de temas propios de la agenda de una asociación que participa en muchas plataformas y consejos a nivel autonómico y estatal, y la última hora la dedican a debatir y abordar temas concretos desde la economía feminista hasta noticias de actualidad de una forma «trasversal». Porque en 50 años la asociación ha tocado «todos los frentes, porque como personas y como mujeres todo nos interesa y todo nos afecta y lo que queremos es no estar subordinadas, sino tener plenos derechos».

Flora Tristán como el germen de otras asociaciones en León y el caso del 'violador del chándal'

La Asociación Flora Tristán, como dice su presidenta, ha tenido desde su origen la motivación de ir «abriendo camino». Tanto es así que bajo su paraguas diferentes asociaciones han ido naciendo a lo largo de esta mitad de siglo. Ejemplo de ello es la asociación Simone de Beauvoir, que nació en 1987. «Nosotras teníamos en un principio una asesoría social, donde las mujeres venían a contarnos los problemas que sufrían y procurábamos ayudarlas. Después creamos la asesoría jurídica, donde dos abogadas las ayudábamos con sus temas específicos y nos dimos cuenta de algo, que las mujeres estaban siendo maltratadas, y que había que hacer algo», recuerda Herminia. Con ese problema encima de la mesa, vieron oportuno crear casas de acogida, de refugio para las mujeres en esa situación. La primera se creó en Pamplona, la segunda en Madrid y la tercera en León, con esta nueva asociación creada para gestionarla.

Primer manifiesto por el 8M de la Asociación Flora Tristán en 1978.
Imagen - Primer manifiesto por el 8M de la Asociación Flora Tristán en 1978.

En 1990 otro problema grave sacudió a León con el famoso 'violador del chándal', un hombre que actuaba en León y Oviedo con total impunidad sembrando el caos durante años entre las mujeres. «Sufrimos mucho con este individuo. Cuando le detuvieron al fin tras dos años de persecución nos dimos cuenta de que las víctimas estaban completamente desasistidas, y nos personamos como acusación particular en el procedimiento». Por este motivo creyeron de nuevo pertinente crear una asociación que asistiera a las mujeres víctimas de violencia sexual, y así nació Adavas.

«El feminismo lo que ha hecho es intentar suplir las responsabilidades de los poderes públicos. Como ellos no lo hacían, lo hacíamos nosotras con nuestras asociaciones, identificando las carencias e intentando crear las alternativas para solucionarlos». Porque ese es el reto y el fin, «abrir caminos, poner sobre la mesa lo que hay y exigir a los poderes públicos actuaciones» como la puesta en marcha de la Ley contra las violencias machistas, pionera en su día y ejemplo europeo.

Los nuevos retos: de la abolición de la postitución al cumplimiento de la ordenanza municipal

Por delante más retos, como acabar con la brecha salarial o con la asignación de las tareas domésticas a las mujeres por el mero hecho de serlo y apostar por una conciliación real y una corresponsabilidad para con los hijos que se ajuste a una igualdad real.

Quieren también avanzar en la consecución de leyes como la abolición de la prostitución, uno de los principales objetivos que se marcan. En el ámbito más local, que la ordenanza contra la prostitución aprobada en León se cumpla de manera efectiva y se interpongan sanciones. También se muestran preocupadas por la situación de las mujeres del mundo, las racializadas, las que sufren guerras y por temas como la legalización en ciertos países de la gestación subrogada, el negacionismo de la extremaderecha sobre la violencia de género o «el negacionismo de los populismos de izquierdas que niegan el sexo», estableciendo un interesante debate sobre qué es ser mujer y sobre lo que consideran un «borrado» al que no están dispuestas.

Con medio siglo de historia, Flora Tristán celebrará a lo largo de este 2025 diferentes actividades, talleres, charlas y ponencias para difundir el valor de una asociación que seguirá trabajando para transformar la sociedad con el feminismo en el centro.

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