Fele y Cel celebran los datos del paro pero alertan de una recuperación «menos rápida de los esperado»

La Federación Leonesa de Empresarios valora los datos del paro correspondientes al mes de diciembre pidiendo que la «notable reducción del desempleo experimentada en el último año no frene la incorporación de medidas eficaces para la reactivación económica y el empleo»

Para la Fele, nos encontramso en una situación «de incertidumbre marcada aun por la pandemia que lastra el crecimiento económico y, por tanto, la recuperación. Las empresas están soportando un importante incremento en los gastos fijos con una inflación desbocada, incremento de las bases de cotización y de las bajas laborales, etc que de no normalizarse en los próximos meses pondrá una vez más en peligro la viabilidad y supervivencia de las empresas».

Los datos del paro correspondientes al cierre del año reflejan un descenso de 7.855 personas (-23,35%) en términos interanuales, hasta situar a la provincia en 25.791 parados. En términos intermensuales, apenas hay importantes variaciones, por sectores, destaca un mes más el descenso en el sector servicios con noventa y cinco personas desempleadas menos y el agrario con cuarenta y cinco. Por el contrario, el paro aumenta en construcción con ciento noventa y una personas y en industria con quince.

Para este año 2022 que comienza, FELE insta a «situar al sector privado en el centro de las políticas de apoyo e impulso de la actividad economica y el empleo, todo ello frente a políticas de incremento del gasto público o impuestos. Para hacer frente a esta recuperación, es necesario políticas de consenso en el marco del Diálogo Social que ofrezcan estabilidad y seguridad jurídica a los mercados, inversores y empresas».

Por su parte, el Cel habla de una «tímida caída del paro que no empaña la buena estadística anual de León con 7,855 desempleados menos respecto a 2020».

El año laboral se cierra en la provincia «en positivo, con un récord de diez meses consecutivos de descensos del paro, aunque no todos los sectores se han comportado con igual dinamismo y en este sentido, el sector industrial no arroja las mejores sensaciones. Se han recuperado muchos empleos este último año, lo que refleja el esfuerzo realizado por empresas y trabajadores para reactivar la actividad económica y el nivel de empleo previos a esta persistente pandemia con la que iniciamos el 2022».

A los buenos datos del desempleo se une el referido a las afiliaciones a la Seguridad Social que ha ganado 80 cotizantes en diciembre, lo que supone un incremento de más de 4.000 afiliados con respecto a antes de la pandemia, hasta llegar a las 161.356 personas afiliadas.

Desde el CEL la valoración general de estas variables es «positiva, aunque volvemos a insistir en que la recuperación no es tan rápida y sólida como esperábamos hace un año. Inmersos en la sexta ola de la pandemia la situación vuelve a ser preocupante. Los problemas estructurales de nuestra economía persisten y el más grave se acentúa como es la pérdida constante de población y su envejecimiento progresivo».

«Ello unido a las amenazas que se ciernen sobre la economía, con un IPC disparado, la crisis de suministros, el encarecimiento de la energía y de los costes de producción y la pérdida de competitividad que supondrá la reforma laboral. Nada de esto ayuda a las expectativas de contratación y de dinamismo empresarial para afrontar un 2022, cuyo índice de confianza estamos testando en la Encuesta anual del CEL cuyos resultados presentaremos a principios de febrero».