Los empresarios leoneses piden «prudencia» y presagian unos meses venideros «turbulentos»

Por sectores destaca el colectivo sin empleo anterior, acceden a su primer empleo 72 personas, seguidos por el sector de la construcción con 62 parados menos; agricultura con 49 personas, servicios con 34 y el sector industrial al que se incorporan 20 personas.

Estos datos frenan considerablemente la tendencia al alza en la creación de empleo, puesto que en el mes de junio en León fueron 1.169 personas las que encontraron empleo, frente a las 237 de este mes de julio, lo que supone un descenso de más del 20%, al igual que ocurre si analizamos los datos del mismo periodo del año anterior, en el que se evidencia un descenso de más del 63% en la creación de puestos de trabajo, pasando de 658 puestos de trabajo, a tan solo 237.

Se advierte así una ralentización en la creación de empleo, que debe reactivarse con medidas de estímulo a la actividad económica, pactadas en el marco del Diálogo Social en nuestra Comunidad, que potencien la inversión y la estabilidad.

A nivel nacional es cada vez más urgente rebajar las cotizaciones sociales, y las principales cargas impositivas para apostar por la mejora de la competitividad empresarial, además de introducir modificaciones en la administración encaminadas a la reducción del gasto público.

Asimismo, la federación vuelve a insistir en la necesidad de que los fondos europeos sean accesibles para todas las empresas leonesas.

Por su parte, desde el CEL consideran que los datos de paro y afiliaciones de julio en León son buenos pero hay señales claras de desaceleración del crecimiento y múltiples avisos de que las turbulencias que se viven afectarán tarde o temprano a la inversión empresarial y al empleo, y lo harán de forma más acusada en las pequeñas y medianas empresas y en los autónomos. A ello hay que añadir que el encarecimiento del precio del dinero -para intentar combatir la espiral inflacionista- repercurtirá en las compañías que tendrán más difícil su financiación.

Por todo ello, preveen muchas dificultades para los próximos meses, por lo que piden «un marco estable» donde poder desarrollar su actividad y mayores certidumbres en cuanto a la política energética, educativa y fiscal.

No obstante, las cifras deben ser interpretadas con prudencia teniendo en cuenta cuál es el actual marco de la evolución de la economía. Su evidente inestabilidad, provocada por diversos factores, sobre todo la inflación, los cuellos de botella y el aumento de los tipos de interés, que están afectando a la baja a la actividad y a la inversión empresarial, nos obliga a continuar trabajando, puesto que la ralentización de la recuperación económica puede materializarse en los próximos meses del año en un empeoramiento en la evolución del empleo.

Por ello, la Confederación reitera la necesidad de adoptar las medidas necesarias para impulsar la actividad económica y limitar los efectos de la inflación, que ponga en riesgo la viabilidad de muchas empresas, especialmente las de menor dimensión. Asimismo, llama a mirar más allá de los actuales datos de mercado laboral y enfocar los esfuerzos en potenciar la productividad y, con ésta, en generar un crecimiento más dinámico.