No es falta de «talento»: «Estoy en el doble de sueldo en Barcelona»

«En León no falta talento, faltan oportunidades», así denuncian ingenieros leoneses la falta de ofertas laborales tecnológicas en la capital leonesa. «La razón por la que me fui es que no había nicho de mercado ni oportunidades de carrera», explica Noelia Llamazares, ingeniera aeroespacial. Llamazares cursó sus estudios de ingeniería en la Universidad de León. «Nunca llegué a trabajar aquí», indica la joven. «Nadie oferta puestos como ingenieros aeroespaciales, quizá informáticos sí, pero en la rama industrial o acabas en el sector farmacéutico o no hay opción para otras ingenierías», denuncia la joven que hace alusión a una «problemática de desarrollo tecnológico».

Tanto ella, como su hermano, Javier Llamarares, ingeniero aeronáutico que también se vió obligado a abandonar León explican la problemática actual que existe sobre «la falta de inversión en empleo jóven y la necesidad de un nicho tecnológico juvenil que cree talento y oportunidades».

«La alternativa siempre es la misma; Madrid, Barcelona o el extranjero», explica el ingeniero leonés que actualmente se encuentra en Valencia.Según han explicado los hermanos Llamazares a este medio, el nicho de mercado es muy reducido «las ofertas del ámbito tecnológico que hay van más ligadas a pequeñas empresas y, aunque es cierto que algunas como HP se encuentran presentes en León, supone solo una pequeña línea de negocio de la compañía, no el core principal», asegura el ingeniero.

Empresas leonesas hacían pública la problemática existente por la falta de ingenieros que quieran desarrollarse en la capital leonesa. Pero son muchos los estudiantes que han tenido que abandonar León para buscar una oportunidad laboral. «Si cumpliera con mi plan de carrera y una oferta interesante si me hubiera quedado», añade Llamazares que actualmente se encuentra trabajando en Barcelona.

«Ahora me hablas de volver a León y me lo pensaría dos veces, porque sé que está muy por debajo de mi sueldo actual», explica la leonesa.Las condiciones laborales, el crecimiento interno y externo a la empresa, y el desarrollo personal son algunas de las causas por las que estudiantes de ingeniería deciden tomar un rumbo que les aleja de sus raíces.

«La gente que salimos fuera, tenemos mucho cariño a León», indica la joven ingeniera mientras remarca que «nos gustaría hacer algo por León y evolucionarlo, pero nos está costando volver a casa». Una situación que no solo implica un cambio geográfico para los ingenieros leoneses, sino un ascenso laboral y profesional en el que muchos destacan la diferencia salarial.

«En León el sueldo medio es de 30.000 o 35.000, según sé de casos conocidos que cuentan con más de cinco años de experiencia», explica la joven que remarca que «yo estoy casi en el doble». Algo que ella misma define como «injusto» para el nivel de experiencia y profesionalidad, aunque destaca que «no es lo mismo vivir en una ciudad como León que el gasto que supone vivir en Madrid o Barcelona».

Pero el caso de Llamazares, no es un caso aislado, ya que son cientos los de estudiantes que finalizan grados de ingenierías y que tienen que irse fuera de León. «Tenía trabajo fijo en León pero no veía oportunidad de crecer dentro de la empresa y por eso decidí irme», explica Jaime Velilla, ingeniero mecánico que cursó sus estudios en la ULE y tras trabajar dos años en la capital, decidió irse a Palma de Mallorca. «Entré en un buen puesto, no me costó mucho encontrar trabajo fuera», explicaVelilla que asegura encontrarse en un «muy buen momento laboral» ya que «dan la oportunidad incluso de salir fuera de España».

El leonés terminó su formación con un Máster de Ingeniería Industrial y actualmente, trabaja en una empresa de electricidad en Palma de Mallorca. «Es verdad que el nivel de vida es más alto aquí, pero hablamos de una diferencia salarial de 10.000 euros anuales», explica el joven que indica que «esas oportunidades no se encuentran en León».

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