La falta de un millar de camareros merma la campaña estival: «Hemos tenido que quitar mesas»

Basta con darse una vuelta por algunos bares y restaurantes de la capital y provincia para darse cuenta los carteles de 'se busca camarero'. «En total en toda la provincia leonesa se necesitarían unos 1.000 camareros», subraya Álvarez.

La falta de personal lleva a muchos establecimientos a no poder dar el cien por cien del servicio como constata la gerente de hostelería. Con el objetivo de dar un servicio de calidad, aunque no sea en su totalidad, «los locales han decidido reducir el número de comensales en sus negocios para lo que han decidido no coger todas las reservas o no dar servicio de terraza directamente», apunta.

La problemática también está afectando a los turnos de trabajo que «en determinados casos se han reducido a un solo turno con reducción de horarios de apertura. En definitiva, se las están arreglando como pueden para organizar el servicio», reconoce.

En relación a las razones de la situación, Álvarez considera que no es un problema económico sino social. «La hostelería no es el único sector con dificultades para encontrar personal. A la despoblación que afecta a León se suma que la gente no quiere trabajar en domingos, festivos ni en periodos estivales», resalta. Asimismo, ha hecho referencia a la escasa profesionalización del sector dado que «la mayoría de los contratos son de formación para personas sin experiencia».

La Taberna La Genuina, situada en plena plaza de San Marcelo, es un claro ejemplo de la complicada situación a la que se está enfrentando la hostelería leonesa por la falta de personal, especialmente de camareros. «Necesitaríamos tres o cuatro camareros más para poder ofrecer el servicio en su totalidad y trabajar en condiciones», señala el dueño del establecimiento, Diego Rodríguez.

Como apunta, la capacidad de la plantilla actual no llega a atender todas las mesas por lo que han tenido que reducir su número. «Solo hace falta ver que en la terraza no están puestas todas mesas ni las sombrillas cubiertas de un total de 26 mesas», explica. Además, han tenido que adelantar un poco el horario de cierre nocturno para «evitar la sobreexplotación de los trabajadores».

Entre las causas, Rodríguez descarta que sea cuestión de salarios y horarios, pues «en nuestro caso hay un buen horario con descanso de dos días». Por lo tanto, considera que es un cúmulo de varios factores. «No hay gente joven de León para trabajar y luego además no se ven incentivados ellos mismos pues pueden lograr el dinero de otra forma como ayudas o a través de sus padres», admite. Pese a que no se requiere experiencia a la hora de contratar camareros para el local, «resulta muy complicado encontrar gente porque prefieren otro tipo de trabajos», asegura Rodríguez.