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Santiago Izquierdo Trancho, uno de los presos más peligrosos de España que protagonizó en el verano de 2018 una fuga de la prisión de Mansilla de las Mulas, fallecía este domingo en el Hospital de León a los 54 años de edad.
El interno, ... que ingresó en la cárcel de Villahiero en 2015 condenado a tres años y medio por tres robos con fuerza, llevaba varios días ingresado en el complejo asistencial y ha fallecido tras no superar una larga enfermedad, según fuentes oficiales consultadas por leonoticias.
El pasado 30 de julio de 2018, el recluso salía de la prisión de Mansilla de las Mulas en régimen de autogobierno (sin custodia y por sus propios medios) rumbo al Centro de Inserción Social 'Jesús Haddad Blanco' de León capital. Sin embargo, su ingreso nunca se produjo.
De inmediato, Policía Nacional y Guardia Civil desplegaron un amplio operativo de investigación y búsqueda que permitió poner once días después punto y final a una fuga que tuvo una gran repercusión mediática.
Santiago era localizado en una vivienda del barrio de El Crucero, zona en la que reside una parte de su familia. Tras continuas y laboriosas investigaciones por parte de los funcionarios integrantes del operativo de búsqueda establecido al efecto, se fue cerrando el círculo sobre el huido.
Al percatarse de la presencia policial, el fugado trató de huir a través de varios inmuebles, lográndose su detención tras refugiarse en una carbonera, lugar donde fue detenido incautándose los agentes de un cuchillo y un destornillador.
Fue el 30 de mayo de 1985 y con apenas 19 años de edad cuando Santiago Izquierdo Trancho ingresaba en prisión por primera vez. Se trata de un recluso condenado por asesinato, intentos de fuga, secuestro de funcionarios, desacato, agresión, amenazas, robos y un nutrido historial que le hacía tener el dudoso honor de ser de los presos más peligrosos de la historia española.
Además, en los años 80 fue condenado por asesinar a otro recluso. Unos delitos que le llevaron a sumar una condena de más de 138 años de cárcel, con la que ya había cumplido. Sin embargo, fue hace cuatro años cuando volvió a ser detenido y trasladado al centro penitenciario de León.
Sus intentos de fuga han sido continuos y recurrentes. En la cárcel antigua de León trató de fugarse en al menos dos ocasiones. De hecho, en una de ellas, en septiembre de 1987, encerró a un funcionario tras obligarle a abrir su celda, asesinando después a uno de sus compañeros de tropelías en el patio de la cárcel. En otra ocasión logró llegar al tejado de la prisión, siendo capturado.
Ya en la cárcel de Mansilla de las Mulas, Santiago Izquierdo realizó un agujero en el techo con los mismos fines, aunque idéntico resultado. El fugado fue también uno de los líderes del motín que en 1991 sufrió la cárcel de Herrera de la Mancha (Ciudad Real). Se trata de un individuo capaz de ocultar cuchillos y pinchos en su estómago, serrar barrotes y disimularlo con pasta de dientes pintada, entre otras atrocidades.
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