Castañas Campelo y Drasanvi, de León al mundo

La castaña, la joya de la despensa berciana, rompe fronteras. Y lo hace desde hace más de 40 años, gracias a Eduardo Campelo y su mujer que, pese a las dificultades, no dudaron en romper fronteras desde Villafranca del Bierzo para poner su mirada a países tan lejanos como Brasil o Japón.

Y lo que para muchos pudo verse como una locura, se convirtió en un éxito de una empresa familiar que conquistó el mundo en una era en la que ni tan si quiera existía el Internet. Es más, en casa de los Campelos a primeros de la década de los 80 eran habituales que se sucediesen las conferencias con Brasil.

Así lo ha reconocido su hijo, Miguel, CEO de Castañas Campelo que ha acompañado a su madre a recoger el Premio la Excelencia Exportadora otorgada por la Cámara de Comercio de León.

Un premio que, según reconoció emocionada, iba dirigido a su marido, Eduardo, fallecido hace 12 años y que en 1967 dio alas a una empresa que ha sido y sigue siendo referente por su labor exportadora.

Es más, bromea su hijo, es difícil señala a qué países no han llegado las castañas Campelo. «México, República Checa, Rusia, Alemania, Italia… Dime países y miro en el archivo dónde no llegaron mis padres porque llegaron a todos los países que me pueden venir a la mente», señaló Miguel, que apuntó que hay años en los que la exportación representa el 50% de la facturación de la empresa.

Un premio que, en su sexta edición, han compartido con Drasanvi. La empresa especializada en complementos alimenticios cerró el año con el 25% de su facturación fruto de las ventas en el extranjero, con presencia en China, México, Albania, Francia, Italia, Perú o Chile, entre otros.

«Desde hace seis años estamos embarcados en proyecto de exportación contundente y ahora empezamos realmente a recoger frutos», señaló Óscar López, gerente de Drasanvi, que se mostró satisfechos por el crecimiento en el extranjero de una empresa leonesa, que emplea en León a 200 trabajadores a los que se suman otros 60 repartidos por el mundo.

Una empresa que además tiene presencia en todo el territorio español y que se ha convertido en embajadores de la tenencia del autocuidado de forma natural. «Nuestros productos son bienvenidos por nuestra responsabilidad social, por el concepto de packaging y por nuestros ingredientes activos. Se valora lo que es bueno. El mundo sabe consumir y nosotros ponemos productos seguros, eficaces y que cumplen sus expectativas», señaló López.

Un acto que viene a premiar la internacionalización de las empresas leonesas, clave para generar riqueza y empleo, y que pone de manifiesto el potencial de la provincia. De ahí la apuesta conjunta de administraciones y organizaciones empresariales por potenciar la salida al extranjero para mejorar la balanza económica de León.

En esa línea se refirió el alcalde de León, José Antonio Díez, que remarcó la apuesta por trabajar para lograr la internalización de más productos a través de diferentes alianzas y emisiones comerciales con el objetivo, «no solo para darnos a conocer, sino para mejorar nuestra propia balanza interior y conseguir mayor riqueza y mayor desarrollo».

Una idea en la que coincidió Eduardo Morán, el presidente de la Diputación de León, que además puso de ejemplo las dos empresas premiadas como clara demostración del «potencial» que tiene León. «León tiene potencial suficiente para apostar por un presente y por un futuro bueno. Lo que hay que hacer son las cosas bien como estas dos empresas que además permiten fijar población en el medio rural».

Por su parte, Javier Vega, presidente de la Cámara de Comercio de León, señaló que el objetivo del acto era del visualizar que el que «exporta, aporta y genera riqueza, empleo y una balanza positiva que es lo que contribuya a León», Por último, señaló la tendencia positiva de la exportación en todos los sectores de la provincia, con la única bajada en el sector de los aerogeneradores tras la salida de Vestas.

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