Eufrasio, el frutero que 'salvó' a Calzada del Coto del aceite tóxico

Como decíamos, era un domingo como cualquier otro y como cualquier otro domingo los habitantes de Calzada acudieron a la misa dominical. Aquí es cuando entra en escena Eufrasio, un frutero y verdulero natural de Sahagún que con su mula y su carro y como todos los últimos días de cada semana pasaba por el pueblo y estacionaba en una zona cercana al reguero.

Fue ese domingo cuando además del frutero unos viajantes pasaron por Calzada con varias garrafas de aceite de colza para vender, pero se encontraron con un pueblo vacío. «Aquí toda la gente está ahora en misa y no vais a vender nada hasta que no acabe», cuentan los vecinos que les dijo Eufrasio, de forma que los viajantes, con prisa por seguir vendiendo su mercancía, se fueron a otros pueblos de alrededor con la misma carga que habían llevado.

Meses después se desencadenaría una epidemia originada por la ingesta de aceite desnaturalizado de colza que golpeó con fuerza a las localidades cercanas. La incidencia en la comarca de Cea-Campos llegó a alcanzar los 866 afectados por cada 100.000 habitantes, la más alta de toda la provincia.

Hace cuatro años el Ayuntamiento pidió a Eloy Barriales, un vecino nonagenario «muy manitas» del pueblo, que rehabilitara la escultura que recuerda a este frutero tan querido no solo por esta historia, si no sobre todo «porque venía cada día a traernos fruta y verdura desde Sahagún, todos se la comprábamos a él y tenía una relación muy especial con todo el pueblo», explica su alcalde, Pablo Carbajal.

Desde entonces, la imagen de Eufrasio con su carro y su mula tan característicos recuerda en un pequeño jardincillo frente al bar del pueblo a este personaje que 'salvó' a los habitantes de Calzada del Coto del aceite tóxico y que será, por siempre, el símbolo de la epidemia para los cuquetos.