Un estudio de demanda evaluará el futuro del tren León-Plasencia

Para ello, se realizará un estudio de demanda. Es decir, se llevará a cabo una caracterización de la movilidad tanto de pasajeros como de mercancías y se analizará, con el grado de definición y precisión acorde a este tipo de estudios, las alternativas para satisfacer dicha demanda, que, a continuación, serán comparadas bajo consideraciones técnicas, económicas, medioambientales y de explotación, dando como resultado una alternativa óptima.

Una vía muerta que quiere resucitar. Los últimos pasajeros en subirse a un tren en la línea Ruta de la Plata lo hicieron en 1985, mientras que las últimas mercancías se trasladaron en 1996. Un cuarto de siglo después, diferentes iniciativas y asociaciones están 'acelerando' para que esa línea vuelva a ser una realidad.

Diferentes entidades han convocado en las últimas semanas concentraciones en las ciudades por las que pasa esta línea, especialmente en el tramo cerrado entre Astorga y Plasencia. «Queremos que las administraciones reaccionen y atiendan a las demandas sociales, económicas y ambientales que conlleva su reapertura».

La Ruta de la Plata conectaba el oeste, desde Asturias a Sevilla, vertebrando la provincia de León de norte a sur.

En 2017, la Comisión de Fomento del Congreso aprobó «impulsar la puesta en funcionamiento de la línea ferroviaria entre Plasencia y Astorga realizando, a la mayor brevedad posible, el estudio sobre el trazado más adecuado». También se valoró incluirla en el Corredor Atlántico. Sin embargo, no fue hasta seis años después, en 2023, cuando la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, prometía un estudio de viabilidad para reabrir los 347 kilómetros entre la capital maragata y la ciudad cacereña. Todo ello en un plazo de dos años.