«Estar amenazado es algo que se sobrelleva, lo peor siempre es la familia»

Con el paso del tiempo Martínz Muñoz habla de un asunto «del que en su momento nada comenté. Eran años complicados, mis hijas eran muy pequeñas. Bueno, estar amenazado es algo que se sobrelleva, lo peor siempre es la familia».

Todo sucedió muy rápido porque «no lo esperábamos. Simplemente un día se nos comunicó que en la documentación incautada durante un registro de un piso de ETA en París se había localizado mi nombre como objetivo de la banda. No era el único porque en realidad allí aparecía mi nombre junto al jefe de la Policía Local de Valladolid y al jefe de la Policía Local de Oviedo».

Desde aquel día el entonces responsable de la Policía Local de León, un cuerpo al que había llegado procedente de la Guardia Civil, cambió sus rutinas: «Lo primero es que intenté que mis hijas no supieran nada, eran muy pequeñas y no queríamos asustarlas. El resto fueron medidas de autoprotección ya conocidas. Guardar el coche, revisarlo antes de cogerlo, no tener rutinas fáciles de detectar y estar siempre prevenido».

Aquellos duros momentos se hicieron aún más con el asesinato del comandante Cortizo: «Un mazazo enorme», asegura. «Estábamos en una reunión matinal cuando se nos avisó del atentado, fue terrible».

«Un atentado, recuerda, que entraba dentro de lo probable porque las amenazas eran en todo el territorio. Recuerdo la protección que había para los concejales. Eran tiempos complicados que aortunadamente han pasado», sentencia.