La familia celebra el Año del Dragón. Sandra Santos
Año Nuevo Chino del Dragón

El espíritu del dragón se sienta a la mesa

Antonio y Li abren las puertas de su casa para celebrar el Año Nuevo Chino del Dragón | Comida, música y tradiciones marcan una de las noches más especiales para el gigante asiático

Sábado, 10 de febrero 2024, 09:14

En casa de Antonio (Hekunhan en su nombre chino) y Li (Liyan) todo está listo para despedir el Año del Conejo y recibir el del Dragón. Mientras los niños juegan en el salón, decoradas las paredes con motivos rojos y frases para desear salud y felicidad con el sonido del especial de la televisión china de fondo, en la cocina los fogones arden para ultimar el festín que con mimo se prepara para esta festividad.

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China arrancaba la noche del 9 de febrero la última página de su calendario milenario para recibir el Año del Dragón. Antonio y Li viven en León desde hace 21 años, pero mantienen viva la tradición ancestral de su país. Cada año reúnen en su casa a amigos y familiares con los que celebrar su particular Nochevieja, una cita «obligatoria» en la que cada uno juega un papel fundamental.

Mientras en el salón Mónica (Sunshirui), Alicia (Wangsiyuan), Eduardo (Aidehua) y la abuela Yanlizhu que vive a sus 73 años en León junto a su hijo, nuera y nietos preparan los raviolis rellenos de carne picada, zanahoria y setas, en la cocina Li tiene todo listo para colocar en la mesa un menú de lo más variado. El olor a especias, soja y carne envuelve la cocina, con el hot pot como plato principal de la velada porque «es invierno y apetece algo caliente».

Entre sus recetas estrella, un plato dulce de arroz, acompañado de dátiles, uvas pasas, pipas de calabaza y de loto. En la mesa no falta la lubina, el tallo de loto, la fruta o las setas. Porque, como dice Antonio entre risas, «lo más importante es la comida».

Mientras los adultos ultiman los preparativos de la cena, los más pequeños de la casa, Mario (Heyuanteng), Isaac (Huangzibo), Sofía (Yanqi) y Gabriel cambian el programa de televisión chino por la habitación de Irene (Heyuanyuan). Sentada de espaldas a su guzheng, nos explica que este instrumento de 21 cuerdas es similar a un arpa, pero tumbada. Tras colocarse las púas en ocho dedos, Irene acaricia las cuerdas de un instrumento con 2.000 años de historia y muy popular en China.

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La tradición de los sobres y la música

Al compás de la música que realmente transporta a otra cultura, regresan al salón, donde Mónica explica una de las tradiciones más simbólicas de esta celebración de Año Nuevo: la entrega del sobre con dinero a los niños. «Los niños dicen una frase en la que desean salud y larga vida a los mayores y estos entregan el sobre con dinero que simboliza la suerte en el crecimiento de los pequeños».

Cuenta que cada año el sobre es diferente, relacionado con uno de los doce animales que ocupan el calendario chino. «Hay muchos modelos y estilos, ahora en China está de moda poner una caja y que rebote el dinero», explica.

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La celebración se sabe cuándo empieza pero no cuándo termina. Al contrario que en España, no hay que estar pendiente del reloj para comer las uvas. «Tampoco hay campanadas», recuerda Mónica, que explica que lo habitual es que a medianoche se lancen fuegos artificiales para recibir el año.

Lo que no cambia es el simbolismo de la fiesta, un momento para «dejar atrás lo malo del año anterior, olvidarlo, y desear un año nuevo de felicidad y salud que es lo más importante», explica Antonio.

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Rodeados por el espíritu del dragón, la familia se sienta a la mesa. Tras el festín es el momento de cantar, bailar, jugar a juegos y celebrar la entrada de un año de prosperidad con un deseo para León, el de empezar con la mejor de las suertes el Año del Dragón.

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