Espectadores que presenciaron la reacción de Barrul: «No nos tiene que pedir perdón»

Los asistentes han lamentado que una película infantil termine convirtiéndose en una pelea entre un boxeador profesional que salió en defensa de la pareja de un varón que «increpó» a su mujer durante casi media hora del film. Una situación que se iniciaba ya en la cola de las palomitas donde la pareja arrastraba una situación tensa que era «notable».

«Desde el principio, las faltas de respeto y las voces las pudimos escuchar todos», asegura una de las testigos presenciales que prefiere mantener el anonimato. La situación, según los espectadores, era «muy tensa». Insultos constantes, voces e, incluso, intentos de abandono por parte del varón quien en varias ocasiones bajó las escaleras de la sala para irse del cine. «Antes de empezar la película le dio un manotazo a su mujer en la espalda delante de todos y lo repitió en varias ocasiones», indica la mujer.

Con una sala llena de familias y niños, la situación comenzó a complicarse. Al escuchar los insultos, una de las mujeres que se sentaba delante de la pareja decidió darse la vuelta e intentar frenar la situación. El hombre «se alteró mucho más» e incluso «amenazó» a la mujer. «Toda la sala estaba viendo lo que sucedía», indica. Su pareja, que intentaba frenar la situación y calmar al menor que les acompañaba, rompió en lágrimas cuando varios de los asistentes comenzaron a pedir que el hombre abandonase la sala. «Se notaba que el hombre no era consciente de la situación», indica. Barrul observó una situación «fuera de lo normal» y pidió al hombre que abandonase la sala. «Se notaba que el boxeador no quería problemas», añade. Una situación que «intentó evitar», según los presentes, y en la que se notaba que «no quería intervenir por las posibles consecuencias que tuviese».

La actuación de Barrul fue aplaudida por buena parte de los espectadores, tal y como se escucha en un video que ha reproducido Leonoticias. «Los que estábamos allí sabemos que si él no llega a actuar la situación hubiese desencadenado en algo mucho peor», indica la testigo. Familias enteras pedían que el hombre abandonase la sala ante una respuesta «tardía» por parte de la seguridad del lugar, según denuncian los asistentes.

Una agresión a una de las niñas que se encontraban en la sala desencadenó la reacción del boxeador, que antes de llegar a las manos avisó al hombre y pidió a los asistentes que llamasen a la policía.

Barrul ha confesado que siente «un nudo en el estómago» al recordar la situación y ha pedido en varias ocasiones disculpas a los asistentes, algo que los testigos presenciales indican «no es necesario» debido a que gracias a su actuación el conflicto terminó. «No queremos justificar la violencia, pero quizá era la única forma de frenar la situación», indican.