Un Espacio Mestizo para dejar volar la imaginación

Mestizo, dicho de la cultura, de los hechos espirituales provenientes de la mezcla de culturas distintas. Mestizo o un espacio donde la diferencia es la norma y la motivación para, a través del arte, expresar lo que «cada uno lleva dentro».

Espacio Mestizo nació en León de un heterogéneo grupo compuesto por adolescentes musulmanes, marroquíes, dominicanos, gitanos y españoles que desde esa «mezcla tan variada» llegada de todos los barrios de la ciudad quiso hacer de sus diferencias su bandera.

El proyecto dentro de la Fundación Juan Soñador, que lleva más de dos décadas trabajando en León con menores en riesgo de exclusión social, busca ofrecer a todos los jóvenes de entre 12 y 18 años un vía de escape a la rutina donde desconectar, hacer grupo y educar «a través de la emoción y los lenguajes artísticos».

Aunque la fundación trabaja con jóvenes en riesgo, lo cierto es que el proyecto de Espacio Mestizo abre sus brazos a cualquier adolescente. «Al venir de una fundación parece que hay un prejuicio, la gente cree que es para un colectivo determinado pero no. Buscamos solo chicos y chicas con ganas, que quieran aprender y desarrollarse personalmente», explica a leonoticias Estefanía González, coordinadora del proyecto.

Cada año la temática de los talleres, que se desarrollan a lo largo del curso escolar los lunes por la tarde, gira alrededor de una disciplina. Teatro, cine, baile, audiovisuales o pintura han dado paso al taller de este año que impartido por Aida Moratón trabaja con grabados y diferentes dinámicas artísticas.

Pillamos a los siete chicos y chicas del taller inmersos en una lluvia de ideas para poner en marcha su periódico, 'La tarde del lunes'. Bajo las pautas de Aida, los talleres buscan que los chicos desconecten de sus rutinas. «No queremos que aprendan técnicas para ser mega artistas, sino que les damos las herramientas con la máxima de que puedan expresarse a su manera y que se abran a través de la expresión artística».

La votación para crear el periódico se realiza a mano alzada y la participación no para en ningún momento. El mundo rural, la moda y belleza, las artes, el cine... todo tiene cabida en el mundo de las ideas que creará 'La tarde del lunes'.

El enfoque social siempre está presente en las dinámicas, donde se busca generar riqueza gracias a las diferentes culturas y vivencias de cada joven. Ejemplo de ello es el mural que el pasado curso realizaron en La Fontana en honor a los refugiados venidos de Ucrania.

Algunos de los chicos como Alba son ya auténticos veteranos de los talleres. Otros como Midi, afrontan su segundo año en Espacio Mestizo. Para darse a conocer el proyecto que nació de Construyendo mi Futuro -un programa comunitario que trabaja con adolescentes en diferentes barrios de León- capta a los jóvenes en las aulas de colegios e institutos gracias a los tutores, a través de asociaciones o del Ayuntamiento. Aunque lo cierto es que lo que mejor funciona es el boca a boca. «Viene uno, trae a un amigo, a su primo, a su hermano... y así van pasando por cada taller chicos nuevos».

Con materiales sencillos, con mucha imaginación y sobre todo con muchas ganas Espacio Mestizo se convierte en una muestra perfecta de un grupo de adolescentes leoneses donde las pantallas se apagan para encender el motor de la imaginación y el compañerismo.

A sus 14 años, Midi, que llegó a Espacio Mestizo gracias a su madre, explica que esta actividad extraescolar es una forma de «hacer algo que no sea salir por ahí con mis amigos o estar en casa jugando a la play o al móvil».

Alba, la veterana del grupo a sus 17 años y que hace seis encontró la vía de escape que buscaba en Espacio Mestizo, define a la perfección lo que este lugar es para ella: «Me ha abierto un mundo aparte, culturas que desconocía. No sabía que en la ciudad hubiera gente de tantas etnias y religiones diferentes y me ha abierto un León que no conocía».

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