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Con la 'desescalada social' a la vuelta de la esquina los empresarios leoneses, hoy al límite de sus posibilidades, se preguntan cuándo, cómo y en qué condiciones se producirá su retorno a la actividad.
Y por el momento todo son incertidumbres, ... una falta de certezas que está a un paso de llevar al colapso al sistema empresarial provincial tanto por la ausencia de actividad como por la falta de programación para recuperar 'pulso económico'.
En términos gruesos las asociaciones empresariales leonesas estiman que el 30% de las pymes hoy sin actividad y con un ERTE en sus plantillas no regresarán a la actividad, eso supone que al menos 1.800 empresas de las 6.200 ahora inactivas no tendrán capacidad real para volver a abrir sus puertas.
De forma paralela y extendiendo el mismo porcentaje a los trabajadores entre 6.000 y 8.000 trabajadores leoneses irán directamente del ERTE a engrosar las listas del paro.
Que ese extraordinario daño a la economía local se vea aliviado depende en exclusiva de que el Gobierno tome medidas concretas y plantee «una hoja de ruta clara para cada uno de los sectores».
«No hay recomendaciones para la desescalada en el ámbito empresarial. La Federación y la CEOE siempre están pidiendo un calendario que permita dar certeza al empresario y trasladar al consumidor la confianza. El Gobierno no está siendo lo suficientemente claro, pero puede ser por no tener todos los datos o por esa forma de actuar siempre a carreras», lamenta el presidente de la Federación Leonesa de Empresarios (Fele), Javier Cepedano.
«El Gobierno no está contando con la opinión del sector empresarial. Es cierto que desde el punto de vista económico se ha hablado de avales y créditos pero para planificar una guía con la desescalada de cada uno de los sectores es fundamental y básica. Cada sector necesita saber qué tiene que hacer, cómo tiene que acometer la reapertura y nada de eso se ha trasladado. Lamentablemente lo único que podemos decir es que no se tiene presente ni al empresario ni a las organizaciones empresariales«, remarca Cepedano.
En los mismos términos se expresa el presidente del Círculo Empresarial Leonés (CEL), Julio César Álvarez: «Lo que llevamos pidiendo es que se hable de unas fechas más o menos concretas para saber a lo que tenemos que hacer».
E insiste en que las incertidumbres no son buenas compañeras de viaje en estos momentos: «Hay que programar una desescalada por sectores. Lo que estamos pidiendo es que de una vez se pongan fechas a las que nos podamos atener. Tenemos que saber qué medidas tenemos que tomar en cada sector para conocer a lo que nos enfrentamos. Ahora mismo estamos perdidos».
Julio César Álvarez remarca la necesidad de conocer los pormenores para el regreso a la actividad y todo en un doble sentido: dar confianza al consumidor y certeza al empresario. «Es cierto que va a cambiar el modelo social tras todo lo ocurrido, pero tenemos que conocer el escenario en el que nos vamos a mover. Las empresas no volverán a trabajar con el mismo volumen de negocio y encima tendrán que acometer inversiones en seguridad laboral. El empresario tiene que conocer todos los detalles porque de otro modo volver a la actividad va a ser muy complicado».
El rebote de la economía en V que algunos vaticinan para 2021 no lo ven tan claro los economistas de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas). Prevén un retroceso del PIB del 7% este año, con una fuerte contracción en la primera mitad y un rebote a partir del tercer trimestre, pero «sin compensar el terreno perdido», argumentan. La mejoría se prolongará en 2021, con un crecimiento del PIB del 5,4%, pero aseguran que la economía no recuperará su nivel precrisis hasta 2023.
Pero la caída del PIB no será uniforme en todos los sectores y solo la agricultura, las industrias extractivas y energéticas, y administración pública, sanidad y educación mantendrán un nivel de PIB similar al anterior a la crisis. El sector más afectado es el de los servicios de alojamiento y restaurantes, cuyo PIB será un 20% inferior al de final de 2019, seguido de la construcción (-5%) y la industria manufacturera (-4,7%), según los cálculos de Funcas, informa Edurne Martínez.
La fundación considera que este año se destruirán 900.000 empleos. Si se añaden los afectados por los ERTE, la pérdida de puestos de trabajo será de 2,3 millones de personas. Así, uno de cada cuatro trabajadores (24,4%) se encontrará en situación de desempleo o en un ERTE. La tasa de paro se situará en el 18,8% y aunque en 2021 irá bajando, se quedará en el 17,1%, tres puntos aún por encima del cierre de 2019.
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