El 45% de los empresarios asegura que mantendrá su plantilla mientras que un 37% cree que la reducirá un cuarto

El análisis, con respuestas de 330 directivos y empresarios españoles de 25 sectores a una encuesta llevada a cabo entre el 23 y el 25 de marzo, muestra que el 70 por ciento de los empresarios prevé una caída de ventas de hasta un 50 por ciento por el impacto del coronavirus, cuando hace quince días solo el 29 por ciento preveía esa caída de su negocio.

Consecuencia directa de la caída de las ventas es la opinión que tienen los empresarios españoles sobre la marcha de la economía ya que el 87 por ciento la califica de regular, mala o muy mala. Son veinte puntos que hace dos semanas. En el plazo de un año, la situación no mejora «sustancialmente» ya que el 72 por ciento cree que la economía española estará peor o mucho peor, dos puntos porcentuales más que en el anterior informe.

En este escenario, y como era de esperar, el capítulo de la inversión es uno de los que sufrirá ya que el 32 por ciento de los emprendedores asegura que lo reducirá un cuarto, frente al 18 por ciento de la anterior encuesta. «Da una idea de la velocidad a la que se están precipitando los acontecimientos relacionados con la crisis sanitaria», precisaron los autores del informe.

Una de las cosas positivas que arroja el análisis, consultado por la Agencia Ical, es la relativa a la presencia internacional que, pese a todo y seguramente fruto de las enseñanzas aprendidas de la anterior crisis económica, se mantiene fuerte ya que la mitad de los empresarios asegura «rotundo que la mantendrá igual, porcentaje que es seis puntos porcentuales más alto que hace dos semanas, lo que demuestra la fortaleza de las empresas españolas en su apuesta por el exterior.

Ante la grave situación generada por la crisis sanitaria, el 28 por ciento de los encuestados ha recurrido a los expedientes de regulación de empleo temporal (ERTE), frente a tan sólo el 5 por ciento que había optado por esta alternativa hace dos semanas. De hecho, en sectores como la automoción, ocio y turismo, el porcentaje supera el 75 por ciento.

Una de las medidas a las que han recurrido de forma mayoritaria los empresarios para paliar las consecuencias de la crisis es al teletrabajo, en aquellos sectores en los que este sistema es factible, ya que así lo asegura el 96 por ciento de los encuestados, 32 puntos porcentuales más que en el anterior informe.

Hasta la fecha, las áreas de las compañías que han sufrido un mayor impacto ha sido todo lo relacionado con la gestión de personas, seguida de la situación de la tesorería, la estrategia comercial, la comunicación con los empleados o las cadenas de suministro, en este caso tanto con clientes como con proveedores.

En este contexto, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, aseguró que, transcurrida más de una semana desde que se declarara el estado de alarma en toda España, la opinión de las empresas sobre su futuro se torna «más pesimista». A su juicio, un momento así requiere de dos decisiones clave a tomar por parte de todos, empezando por los empresarios. La primera, es la voluntad de «resistir» y mantener en la medida de lo posible, y siempre en condiciones de seguridad sanitaria, la actividad de las empresas. La segunda, pasa por unir fuerzas dentro del entramado empresarial para poner todos los recursos disponibles para combatir «hombro con hombro» los efectos del Covid-19.

Por su parte, el presidente de KPMG en España, Hilario Albarracín, subrayó que el impacto económico de la crisis sanitaria se ha agravado desde que se decretó el estado de alarma. Precisó que las empresas anticipan una caída brusca de su facturación, así como de las inversiones que tenían previstas. En este contexto, consideró importante seguir impulsando medidas de apoyo a las empresas y a los trabajadores para reducir las consecuencias en el empleo de la pandemia.