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No se asuste si en los próximos días un prospector visita a su empresa. Es el plan de la Junta de Castilla y León para lograr que el Ecyl salve la barrera que existe a la hora de volver a emplear a un desempleado.
Así lo ha avanzado este miércoles la consejera de Empleo, Ana Carlota Amigo, tras mantener una reunión con el gerente del Ecyl en León, Ricardo Fernández; y el delegado territorial de la Junta, Juan Martínez Majo. Tras hablar con los coordinadores del proyecto de prospección laboral, Amigo explicó que la misión no es otra que desplegar a 18 prospectores por toda la provincia de León para que visiten a las empresas, escuchando sus necesidades. Hasta el momento ya han contactado con 600, que pronto visitarán presencialmente.
«Es un proyecto ambicioso que pretende convertirse en un referente para las empresas y los trabajadores», apuntaba la consejera, que destacó que puede ser incluso «un referente para el resto de comunidades autónomas». La medida, incluída dentro del Plan de Choque del Diálogo Social (dotado con 85 millones de euros), trazará un mapa «con las necesidades reales» del tejido empresarial leonés.
El plan pasa por hacer 4.500 visitas al trimestre en la provincia, con entre ochenta y cien visitas al mes, para «identificar los perfiles y los sectores emergentes, captar ofertas de empleo, buscar nichos del mismo y mejorar en la intermediación». De los 18 prospectores, cuatro trabajarán en León Centro, tres en La Serna, uno en Astorga, uno en La Bañeza, otro en Bembibre, Cistierna, Fabero, Valencia de Don Juan y Villablino, y cuatro para Ponferrada.
«Los datos son preocupantes y somos muy sensibles a ello, pero con los futuros cambios en el tejido productivo podremos ayudar a encontrar perfiles que no se encuentran en Castilla y León o reciclar trabajadores, de eso se trata», afirmaba Ana Carlota Amigo.
Empezando por la hostelería, la consejera señaló que «los servicios públicos de empleo tienen una inserción muy baja, había que reforzar esa intermediación, acercarse a las empresas». Este punto se logrará con una subvención finalista del Gobierno de España. «Castilla y León tiene orientadores laborales de sobra, pero faltaba esa pata que era la cercanía a las empresas». Los prospectores estarán contratados durante doce meses, prorrogables por otros seis.
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