El edificio-barrio de La Palomera: dos habitaciones, dos baños, zonas comunes y jardines

El estudio de arquitectura Contextos de Arquitectura y Urbanismo dirigido por el vallisoletano Óscar Miguel Ares ganaba el concurso y mostraba las primera imágenes de lo que será uno de los proyectos más ambiciosos y esperados para el barrio de La Palomera, donde hace años se prometió levantar un edificio con el mismo fin que quedó en agua de borrajas.

Ahora un nuevo proyecto encabezado por la Junta de Castilla y León con fondos europeos toma el relevo y creará cien viviendas que nacen, explica el arquitecto, dentro del concepto de edificio-barrio.

«Partimos de la premisa de que un edificio no tiene que estar al margen de la ciudad, tiene que formar parte de ella», explica Ares, que señala que su estudio adaptó el planteamiento inicial de una mole de seis plantas monocromática para 'partir' el edificio en pequeñas casas y dotar al espacio de calles, zonas ajardinadas, plazas, aparcamientos para bicis y vehículos de movilidad personal y zonas comunes como una lavandería, entre otras.

El proyecto ganador creará así «una pequeña ciudad dentro de la ciudad» abierta no solo para la comunidad que allí viva, sino para todo León. Ares, que reconoce que es un proyecto «ambicioso», señala que el objetivo último es «crear algo más amable para el ciudadano, crear una comunidad más allá del edificio». Tanto es así que entre las zonas comunes y abiertas que se espera levantar se incluyen espacios que permitirán las proyecciones de películas o las actividades culturales.

La convocatoria señalaba que las viviendas no podían tener más de 65 metros cuadrados. Para aprovechar el espacio al máximo, el estudio vallisoletano proyecta viviendas de dos dormitorios, dos baños -o un baño y un lavabo- y un salón comedor de entre 22 y 26 metros cuadrados. «La idea es crear una casa flexible. Los dormitorios pueden adaptarse para ser oficina y tienen visión de futuro para ir ajustándose a las necesidades vitales que vayan teniendo los inquilinos en cada momento», explica Ares.

A esto hay que sumar una galería bioclimática que será por donde se acceda a la vivienda y que funciona como una «doble piel». «Está orientada de tal manera que almacene el calor en los meses de invierno y permita la ventilación». Y es que el edificio busca unir dos conceptos que el arquitecto considera claves en el presente y el futuro del urbanismo: la visión social y el respeto al medio ambiente.

Este mismo estudio, que se presentó a seis de las convocatorias de Somacyl, levantará también un edificio en Santa Marta de Tormes en Salamanca. Al contar con fondos europeos, el proyecto deberá avanzar con rapidez para estar listo antes de junio de 2026.

Será el propio equipo de Ares quien se encargue de la redacción del proyecto básico -en el que ya trabaja- y de ejecución así como de la dirección de obra, oportunidad que repercutirá en que el estudio seguirá el avance de las obras desde su inicio hasta su fin. Ares, que se compromete a visitar León «al menos un día a la semana» cuando comiencen las obras, confía en que el proyecto sea un revulsivo para la zona y se convierta en un auténtico edificio-barrio.