Ecologistas concede el 'premio Atila' en León a Vestas

Los premios tienen dos categorías denominadas «Atila» y «Caballo de Atila». Y como en años pasados, distinguimos la mejor conducta ambiental con el premio «Ecologista».

El jurado ha concedido el Premio Atila a Vestas, la multinacional danesa fabricante de aerogeneradores «que cerró su planta en Villadangos (León) el año pasado, por su falta total de consideración a esta tierra y a sus trabajadores«.

«Beneficiaria de jugosas subvenciones públicas en ese mercado que se pretende sea tan libre, con unos beneficios hasta septiembre del 2018 de 464 millones de euros. Vestas da la espantada y pone de manifiesto lo distópico de un sistema económico en el que la desregulación y deslocalización de empresas son la falta del pan de cada día, reduciendo a la ciudadanía a mero recurso y pervirtiendo la soberanía de los estados, cautivos de multinacionales y fondos de inversión mucho más solventes que ellos mismos, invirtiendo el orden lógico de una economía instrumento de la sociedad por una sociedad instrumento de la economía», ha asegurado.

Ecologistas también ha concedido el 'Premio caballo de Atila' a Cementera Cosmos, «por su pertinaz obsesión en convertir el vergel del Bierzo en sumidero de residuos«.

«En la última década, la incineración de residuos en fábricas de cemento viene acaparando estos galardones; sobre todo desde que en 2009 Tudela Veguín comenzara a quemar residuos como combustibles en la cementera de La Robla. Este año se lleva el premio Cementos Cosmos, la fábrica de Toral de los Vados, por solicitar a la Junta de Castilla y León autorización para quemar más de 100 toneladas diarias (33.500 t/año) de residuos de neumáticos«, asegura.

Igualmente se concede el premio 'Ecologista 2019' a la Asociación «Amigos del mocho« que desinteresadamente, y en consonancia con las más antiguas tradiciones leonesas de trabajo comunal, «lleva cuatro años limpiando las orillas del Bernesga, poniendo de manifiesto la inoperancia de Ayuntamiento y CHD en la conservación de nuestros ríos y áreas de esparcimiento, siempre tan preocupados en nuevos proyectos, olvidan lo más elemental«.