Dos horas achicando agua tras el reventón de Fernández Ladreda: «Tenemos muebles para tirar»

La noche de este martes 21 de enero, un reventón en una tubería en la glorieta que conecta la avenida Fernández Ladreda con Alcalde Miguel Castaño transformó esta vía en un «auténtico río».

El carril derecho, en dirección a la plaza de toros, quedó completamente inundado, lo que provocó cortes de luz y agua, afectando tanto a vecinos como a negocios. Los Bomberos de León, el equipo de Aguas de León y la Policía Local trabajaron durante horas para «contener el desastre».

Los afectados describen una noche de «caos y preocupación». Demetrio Morales, vecino de la zona, aseguró: «Me asomé a la ventana y era igual que un mar». Una «auténtica riada» bajaba por Fernández Ladreda. Los vecinos se quedaron sin luz durante cuatro horas, y el agua se cortó poco después.

Ricardo Fernández, propietario de Autocar Accesorios León, relata cómo actuó para minimizar los daños. A las 23:00 horas le avisaron de que estaba entrando agua al local.

«En cuanto bajó el nivel, abrí los registros para que el agua saliera». El comerciante estuvo achicando hasta la 1:30 de la madrugada. «Por suerte, tengo todo en estanterías altas, así que no se dañó nada importante.»

Otros comerciantes no tuvieron tanta suerte. Marcelino del Pozo, dueño de una peluquería, señaló: «Cuando llegamos, la entrada parecía una piscina, con el agua más alta que una cuarta».

Del Pozo se enteró por una sobrina que vive en el lugar. «Lo peor es que llegamos antes que los bomberos». El peluquero alargó sus labores hasta las dos y media «sacando agua como pudimos», porque no tenían mangueras para sacarla bien.

Reyes Pérez, del Bar Metrópolis, explicó cómo por poco evita la inundación: «El agua estuvo a punto de entrar, pero el bordillo nos salvó». Lo peor fue el corte de la luz y el agua cuando tenían clientes dentro. «Todo pasó en cuestión de minutos, la calle se llenó de agua de golpe.»

Rubén Blanco, empleado de Pinturas Genaro Fontecha, tomó medidas preventivas para proteger el local: «Sellé las puertas con cinta americana por si el agua subía más». Por suerte, el nivel no llegó a superar el escalón del local. «Me quedé vigilando hasta las 23:15, cuando vi que el nivel ya bajaba.»

Los residentes también se han visto afectados. Celestino Quintana lamenta: «Ya estamos acostumbrados a estas averías, pero esta fue peor de lo que pensábamos». Quintana observó como el agua llenó las tuberías de barro y afectó a varios garajes. «Seguimos sin agua esta mañana, pero los servicios han estado trabajando toda la noche».

A primera hora de este miércoles, los servicios de limpieza y mantenimiento continúan trabajando en la zona para restablecer la normalidad. Los vecinos esperan que el suministro de agua vuelva «lo antes posible».

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