El 16 de mayo de 2021, la vida de Jesús y Mailo dio un vuelco cuando la Guardia Civil irrumpió de madrugada en su vivienda para comunicarles que su hijo Mario Fuentes, de 18 años, había muerto tras ser apuñalado en un discusión en León ... , donde se encontraba estudiando.
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Los hechos se produjeron sobre las 03.50 horas de ese día cuando el acusado -con antecedentes penales no computables a efectos de reincidencia- se encontraba en las inmediaciones del descampado situado en la calle El Tejo de León junto con un grupo de amigos.
En un momento dado, «se inició una discusión con otro grupo de jóvenes allí congregados entre los que se encontraba la víctima». En el seno de esa discusión, según sostiene la Fiscalía, «la víctima emprendió la huida, siendo perseguido por el procesado, quien, durante la carrera y con ánimo de acabar con su vida, le clavó en el costado izquierdo -de forma súbita y sorpresiva y sin que este tuviera ninguna posibilidad de defenerse- una navaja con cachas de color marrón y con una hoja de unos 16 centímetros de longitud».
Con ese navajazo, Jorge Cervantes ocasionó a Mario Fuentes «una herida penetrante inciso punzante en el hemitórax derecho que provocó una hemorragia masiva que llevó a su muerte a las 05.20 horas en el Hospital de León».
Pasados dos años, los padres del fallecido sobrellevan como pueden esa dolorosa pérdida, con el único deseo de que se haga justicia. «Espero que el juicio se celebre cuanto antes», se limita a señalar Jesús, que no se siente con fuerzas para transmitir cómo afronta la ausencia de su hijo mayor en estos momentos. No obstante, está al tanto del largo recorrido judicial que lleva la causa que se sigue frente al acusado, al que la Audiencia de León ha prorrogado recientemente dos años más la prisión permanente al entender que concurre riesgo de fuga.
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Tras esta resolución solo queda esperar al señalamiento del juicio. Pero antes queda un trámite. El pasado 12 de abril la juez instructora dictó un auto desestimando las cuestiones previas planteadas por la defensa, que recurrió en apelación ante la Audiencia.
Esta circunstancia impidió que el juicio pueda celebrarse antes del plazo de dos años y de ahí que se señalase la vista para resolver sobre la eventual prórroga de la prisión provisional del acusado. «A la espera de lo que pueda reparar el recurso antes mencionado, no es aventurado pensar que el juicio puede celebrarse en el tercer trimestre de este año o a principios del cuarto», avanzó entonces el presidente del tribunal del jurado.
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La Fiscalía reclama 22 años de cárcel por un delito de asesinato al autor confeso del crimen y una indemnización para los padres y el hermano de la víctima de 177.000 euros. Por su parte, la acusación particular interesa una pena de 20 años de cárcel y eleva la indemnización hasta los 290.000 euros.
Los amigos de Mario celebrará este próximo viernes una concentración en su recuerdo, a las 20.00 horas, frente al Ayuntamiento de Colindres.
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