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Los trasplantes registrados en León durante 2020 sufren un descenso causado por el confinamiento domiciliario y los meses de restricciones, pero el Hospital de la capital consigue mantener muy buenos números.
«En los meses de confinamiento total fue bajando el número de ... ingresos que teníamos como donantes», explica Ana María Domínguez Berrot, jefa del servicio de Trasplantes del Caule. En el mes de marzo se anuncia un confinamiento domiciliario que 'encierra' a los leoneses en sus causas y su primera consecuencia en este servicio llegó pocas semanas después,
«En abril no ingreso nadie como potencial donante y trasplantes se hicieron muchos menos», aseguro la doctora, aunque matiza que «en León no se llevan a cabo trasplantes». Sólo extracciones de órganos que se trasladan a los hospitales donde se realiza la cirugía.
Una situación que desconcertó a los profesionales que trabajan en esta unidad, ya que «cuando estábamos en pleno inicio de la pandemia no sabíamos que pasaba con esas personas».
Ana María Domínguez Berrot recuerda que en esos meses «hemorragias e ictus graves no ingresaban». Por lo que los principales donantes de órganos nunca llegaron a un hospital que en aquellos momentos estaba colapsado. «Suponemos que lo pasarían en casa y muchos fallecieron en casa, los servicios de emergencias se encontraron con pacientes muertos en casa», lamenta la doctora.
El año 2020 también dejó en León grandes actuaciones en Sanidad. Muchas han quedado eclipsadas por la covid-19, pero los que las han llevado a cabo saben la importancia que han tenido. Una de estas actuaciones tuvo lugar en la Unidad de Trasplantes del Caule el pasado mes de septiembre.
Una donante pediátrica en asistolia. En este tipo de donantes se registra el fallecimiento de la persona tras una parada cardiorrespiratoria irreversible y cese total del latido cardiaco y respiración espontánea durante más de 5 minutos.
A nivel médico, en este tipo de donantes, el tiempo para efectuar el proceso de donación y trasplante es mucho más limitado y por tanto es importante que la familia autorice cuanto antes la donación. Además de la complejidad, nunca se había hecho en un donante pediátrico en Castilla y León.
«Lo hicimos por primera vez, gracias a todos los compañeros», explica la doctora Ana María Domínguez Berrot. Una cirugía en la que «colaboró mucha gente y afortunadamente salió todo genial». La doctora también agradece a la familia la donación ya que «hay muy pocos en España y estamos muy orgullosos».
Un trasplante «súper difícil», ya que «no es lo mismo trabajar con los órganos y los vasos de los niños que con adultos». La extracción de los órganos «es mucho más complicado» y los órganos son más delicados, y aunque «costó mucho trabajo» todo salió adelante. Los receptores de los órganos fueron un adulto y un niño, que salvaron su vida gracias a la donación realizada en León.
Pero los pocos que llegaron al Caule no pudieron ser donantes. Pacientes sanos que no habían fallecido ni por covid-19 ni con el virus, no pudieron convertirse en donantes. «Los hospitales que tenían que hacer el trasplante no tenían cama para un paciente y no se pudieron salvar esos órganos», lamenta la profesional. En el caso de los trasplantes, los pacientes que reciben un órgano pasan del quirófano a la UVI y en los primeros meses de la pandemia ninguno de los centros que realizaba estas operaciones contaba con camas de UVI libres.
Una época en la que se hicieron «poquísimos» trasplantes en España, ya que estas cirugías sólo se pudieron llevar a cabo en grandes hospitales, por lo que «el programa nunca se paró por completo».
«Nuestra disponibilidad es del 100% así como las familias, que siguen siendo muy generosas, seguimos trabajando pero dependemos de los hospitales trasplantadores», lamenta Ana María Domínguez Berrot, aunque «eso no está en nuestra mano».
En el caso de los donantes leoneses los órganos se derivan, en su mayoría, al Hospital Clínico de Valladolid y al Río Ortega, en la misma ciudad, dos centros saturados que no tenían camas. Durante 2020, una de las donaciones que se hizo en León debía ir a Valladolid, al ser el centro de referencia, pero al no tener camas se derivó a Galicia.
Primer trimestre: cinco donantes
Segundo trimestre: tres donantes
Tercer trimestre: diez donantes
Cuarto trimestre: cinco donantes
Tras pasar los peores meses de la crisis sanitaria provocada por el virus Sars-Cov-2 la actividad en la unidad de trasplantes de León se reactivó y la doctora Domínguez Berrot reconoce que «en verano hubo mucha actividad, de hecho hicimos cinco extracciones en julio y cinco en agosto». Unas operaciones que «son una cifra alta en nuestras medias». La actividad de los meses de verano y septiembre llevo a este servicio a acabar el año «con una cifra razonable de 23 trasplantes, cuando en 2019 se hicieron 36».
Cada hospital tienen su propia lista y se ordenan los receptores y los órganos que se necesitan, según el centro que realiza la extración. Es decir, los órganos que salen del Hospital de León se envían a los centros de 'referencia'. «Excepto si hay una urgencia cero, que es un paciente que fallece en 48 horas si no se le trasplanta», matiza la jefa del servicio en León.
Riñones: cuarenta y cinco
Corazones: cuatro
Hígados: trece
Pulmones: doce
Páncreas: dos
Total: 76 órganos donados
En un caso de enfermedad y necesidad de un trasplante hay varios parámetros que marcan si el órgano ofertado vale a uno u otro receptor. En este caso, Domínguez Berrot explica que «hay veces que hemos tenido problemas para entregar un hígado de una mujer de 50 kilos, si el paciente cero es un señor de 110 kilos». En estos casos no sólo el grupo sanguíneo marca una posible donación, dependiendo del órgano también es muy importante el tamaño. «Esos problemas se dan sobre todo en corazones», remarca la doctora.
Por otro lado, la comunidad está muy envejecida, por eso los donantes son, «en su mayoría», personas mayores. En este sentido, Domínguez Berrot matiza que «el hígado y los riñones, si están sanos, no tienen edad» y la muestra es que se han realizado donaciones de hígados en pacientes de más de 90 años y de hígados en más de 70 años.
Los pulmones son más delicados, pero «si son de calidad y no han fumado» se han llegado a realizar extracciones a pacientes de 70 años. El caso de los corazones es mucho más delicado, por lo que los donantes son más jóvenes: los varones hasta los 50 años y en las mujeres un par de años más. Delicado también es el caso del páncreas, donde los donantes no superan los 45 años.
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