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Los excesos de las Navidades pasan factura. Y si no que se lo digan a los gimnasios leoneses. Después de los dulces, los turrones y el champán llegan los «remordimientos». Y los propósitos de año nuevo. ¿Quién no ha dicho alguna vez al comenzar el ... año que va a hacer (más) ejercicio?.
Por eso el aumento de personas en los gimnasios «se nota mucho» apunta Pedro Fernández, del centro Victoria, en la capital. En enero hay «hasta cuatro o cinco veces más inscripciones que en diciembre» concreta por su parte Fidel de Dios, director de Altafit en León.
Aunque afirma que diciembre es un mes «más bajo en general», pero aún así la «diferencia con otros meses es bastante». No tan abultada, pero sí puede llegar a ser el doble que, por ejemplo, en marzo o abril.
Y, además, «pasa todos los años, es un tema recurrente» recuerda Pedro. Por su parte, Fidel explica que «la gente sigue siempre los mismos ciclos» en los que enero y septiembre son los meses estrella. Algunas veces febrero, porque «las gastos del primer mes del año hacen que se aplace».
Sin embargo, «los ciclos cada vez se aplanan más». Aunque la diferencia se sigue notando, «desde hace unos diez años está entrando gente más joven que se toma el deporte como un hábito».
«Los chavales de entre 18 y 25 años antes querían practicar fútbol, ahora muchos prefieren el entrenamiento de fuerza para tener un cuerpo más musculado, buscan una imagen» explica Fidel. «La gente se cuida más que hace diez años» continúa, y eso también ha hecho «que crezca la competencia» y el aumento de inscripciones no se note tanto. «La gente tiene donde elegir y se reparte más entre todos los centros».
En definitiva, los propósitos de llevar una vida más saludable siguen dejando su huella en los gimnasios durante los primeros meses del año. Eso sí, solo «tres o cuatro», que es lo que duran apuntados algunos, frente a los «mínimo diez meses» que normalmente ocupan las instalaciones quienes ya han convertido el deporte en su forma de vida.
Aún así, estas inscripciones puntuales también ayudan a pagar los gastos, que como en, prácticamente, todos los sectores se han visto aumentados.
«El gasto de un gimnasio es muy elevado, la luz, las duchas con agua caliente, todas las máquinas...» comentan. Además, suelen ser espacios muy grandes y, los que también tienen piscina «lo han pasado muy mal».
«El gasto es horrible con la inflacción», aunque en el Victoria perciben que el gasto ha vuelto a bajar ligeramente y marcan el pasado mes de marzo como el «momento en el que peor lo pasamos».
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