La disolución de Serfunle generaría 10 millones de euros a la mancomunidad

La llegada del nuevo gerente a Serfunle S.A., en la recta final de su disolución, deja abierto un entramado de gestiones que eclosionarán tras la decisión que tome el Tribunal Constitucional sobre el futuro de la empresa mixta.

Tras presentar el recurso de amparo al alto tribunal, por parte de Mémora, al conocerse la resolución del Tribunal Supremo que abocaba al fin de la sociedad compartida entre empresa y mancomunidad, solo queda esperar al pronunciamiento de esa última instancia.

Todo hace indicar que la disolución de Serfunle es irrevocable, por lo que el gerente Fernando Salguero, que dirigió las primeras reuniones de su nueva función esta misma semana, tendrá que afrontar el proceso de liquidación.

El representante de los trabajadores, Benjamín Álvarez, presente en la última asamblea de la mancomunidad, afirma que el interventor situó en 10 millones de euros el dinero que podría quedar para la parte pública que gestiona el negocio de los muertos en León. Una cantidad con la que invertir y con la que los empleados esperan que los ayuntamientos implicados opten por la municipalización total del servicio. «Se trata de un buen servicio que tiene un coste muy inferior. La privatización atraería a empresas que se llevan el dinero fuera y que rebajan el servicio».

Las cuentas oficiales, a cierre de 2023, arrojan un remanente de tesorería en Sefunle S.A. que alcanza los 1,75 millones de euros. La mancomunidad cuenta con 5,5 millones. Todo ello tendrá que afrontar un proceso de compensación de los pagos adelantados por la mancomunidad a la empresa, lo que se estima elevaría la cuenta a esos diez millones.

Los trabajadores han recibido al nuevo gerente, que ya fue presidente de la mancomunidad, con «bastante descontento». Recuerdan que en su etapa como concejal delegado «despidió a una persona, sin un motivo claro y solo para amedrentar», expone Álvarez. «Estamos expectantes».

Salguero tendrá que afrontar, en el tema de personal, sentencias como el tema de los festivos que vienen reivindicándose de forma periódica entre los trabajadores.

Además, advierten de una posible cascada de denuncias por otras cuestiones ante las que piden al Ayuntamiento de León «que se ponga serio». «El tema de personal no hay por donde cogerlo. Si no se arregla, en 15 días empezaremos con más denuncias».

Entre sus reclamaciones se encuentran horarios, competencias de los trabajadores que asumen de otras categorías, las guardias de noche que deben estar fuera de jornada laboral o la falta de opción de coger días de asuntos propios.

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