Detenidos 'in fraganti' cuatro jóvenes que robaban en el Recreo Industrial de León

No es algo nuevo para el Nuevo Recreo Industrial de León. La ubicación convierte a esta instalación en un sitio 'ideal' para los ladrones, que todo los años intentan perpetrar «uno o dos robos» y hacerse con la recaudación de la cafetería y las máquinas de vending. Sin embargo, en esta ocasión su intento fue frustrado por el personal de seguridad y los agentes de la Policía Local y la Guardia Civil.

Un grupo de cuatro jóvenes accedieron en la noche de este lunes al recinto que la sociedad tiene en Villaobispo. Tras hacerse con su botín, unas cuantas botellas de alcohol y el cajón con la recaudación de la cafetería, tuvieron que atravesar la instalación hasta alcanzar la zona embarrada donde tenían el coche.

Una vez ahí, y ya con la caja en el vehículo y las botellas aún por guardar, el personal de la empresa de seguridad se personó en el lugar y retuvieron a todos ellos, tres hombres y una mujer, con en torno a los 18 años y de «etnia gitana», según el responsable del recinto.

Tras dar el aviso a los cuerpos y fuerzas de seguridad, la Policía Local de León y la Guardia Civil se personaron en la zona para proceder a la detención de los cuatro miembros de la banda.

El presidente del Recreo Industrial, Fernando Soto, confirmaba los hechos a Leonoticias. «No es la primera vez que sufrimos un intento de robo. Se llevan miserias y es más el destrozo que provocan que lo que se llevan», reconoce. Más aún cuando la recaudación entre semana y casi en invierno suele ser muy baja. «La concesionaria retira el efectivo todos los días y, como mucho, queda algo de cambio».

Este mismo verano, y tras colocar un cajón inteligente «en teoría inviolable», ya reventaron la caja de la máquina de vending. Entonces reforzaron la seguridad con la empresa de alarmas y eso ha permitido que en esta ocasión se «cazara» a los cuatro intrusos en la instalación.

El propio directivo cree que los delincuentes «escogieron mal el sitio» para dejar el coche, en una zona embarrada tras el frontón, que les complicó su huida. «Además, el cajón pesaba y tuvieron que cruzar todo el Recreo. No les dio tiempo», agradece.

En las instalaciones no han echado de menos nada más ya que solo lograron acceder a la cafetería y el resto de las instalaciones no se vieron alteradas.

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