Detenidos los dos autores de la paliza mortal a un leonés en Gijón

Al segundo, de Gijón, y residente en Roces, lo detuvieron pasadas las diez de la noche en las inmediaciones de la ciudad. Llevaban desde el sábado buscándolo en la zona comprendida entre el citado barrio y el Alto de la Madera. Responde a las iniciales de A. G. G. y tiene 30 años. Entre ambos detenidos hay una relación de parentesco.

Como ya informó este periódico, horas después de la agresión la Policía los tenía identificados. Solo faltaba darles caza. Al residente en Gijón fueron a buscarlo el sábado a su vivienda familiar, pero su madre les comunicó que aún no había regresado a casa. Al residente en el barrio de La Carriona fueron a detenerlo el domingo, pero no se encontraba en su domicilio habitual. Fue entonces cuando, tal y como informó EL COMERCIO, los investigadores dedujeron que su entorno familiar le estaba dando cobijo. Se había escondido en otra vivienda del barrio avilesino, pero la Policía lo tenía cercado desde el domingo. No tuvo escapatoria.

Los hoy ya detenidos huyeron de la zona de los hechos después de dejar en parada cardiaca a un padre de familia de 44 años. B. G., el agresor detenido en Avilés, es quien, según la prueba gráfica a la que ha tenido acceso este periódico, habría pegado el primer golpe por la espalda al fallecido. Al gijonés, detenido poco después, se le atribuye una fuerte patada en la cabeza cuando José Antonio ya estaba inconsciente.

En las horas previas a la detención, muy tensas, los investigadores trataron de mediar con los clanes familiares para que entregaran a los autores del crimen. Pero fue al conseguir una orden registro del Juzgado de Instrucción número 5 de Gijón cuando se activó el operativo de detención en La Carriona, a donde acudieron también los antidisturbios para prestar apoyo en el operativo si era necesario.

Los agresores prestarán declaración en la Comisaría de Gijón donde, previsiblemente, permanecerán 72 horas, para después pasar a disposición judicial. La Policía tiene en su poder pruebas gráficas y testificales que otorgan a los investigadores la posibilidad de acusar de manera clara y visible a los detenidos como autores del crimen. Su defensa legal tendrá poco margen de maniobra. Por cierto, hay varios testigos oculares que alaban la rápida llegada y actuación de los servicios médicos durante la madrugada del sábado, aunque lamentablemente poco pudieron hacer por José Antonio Justel.

El cerco al segundo implicado es era en la tarde de ayer más estrecho que nunca. Su detención era inminente, pues los investigadores lo buscaban en las inmediaciones de Gijón. Sabían dónde vivía, en Roces. También donde podría estar escondiendose.

Este sujeto, que responde a las iniciales de A. G., es quien horas después de la salvaje agresión mantuvo una actitud chulesca e impasible en sus redes sociales. Llegó incluso a subir fotos de apoyo al otro detenido. La foto que acompaña a esta información muestra a los dos implicados horas antes del terrible desenlace. Según ha podido saber este periódico, ambos habían estado en una fiesta familiar.