La mediática empresa de Desokupa intervino el martes 29 de octubre en León una vivienda okupada y convertida en un «narcopiso», según denuncian ellos mismos en sus redes sociales. La entidad, que se dedica a recuperar viviendas usurpadas ilegalmente, devolvió en apenas media hora el inmueble a su propietaria, una señora de 80 años.
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Ubicado en «el centro de León», según indica Dani Esteve, líder de Desokupa, vivían en él cuatro jóvenes nacionales, «porque cuando lo son hay que decirlo», que habían destrozado la puerta de la entrada y mantenían el piso en un «estado de guarrería como siempre».
Papelas de droga, ropa tirada por el suelo, una navaja mariposa, paredes pintadas y habitaciones desordenadas es todo lo que se puede apreciar en el vídeo publicado por la empresa, donde se enseña el estado de abandono y suciedad en el que lo conservaban los okupantes.
«Madre mía, ¿cómo pueden vivir aquí?», se preguntaba Esteve mientras enseñaba una de los cuartos de la casa en el que el colchón, al igual que los demás, carecía de juego de sábanas alguno. «Hemos hablado con una vecina, una señora mayor que nos hablaba que habían sufrido de todo», se escucha en la publicación, en la que aseguraban que pondrían lo sucedido en conocimiento de la Policía Nacional.
El tweet finalizaba con una de las máximas de la empresa: «Los abuelos no se tocan», denuncian desde Desokupa, cuyas intervenciones en su mayoría se tratan de viviendas pertenecientes a personas de la tercera edad.
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