Desesperación por el fin de los vuelos no tripulados en León: «Vamos a meter treinta millones de euros en cajas»

La sensación es de desasosiego entre los efectivos militares del Grosa IV/1 que se multiplican por las «presiones y veladas amenazas» a sus componentes por hacer público el dudoso futuro que espera a esta unidad de aviones no tripulados del Ejército de Tierra.

Dentro de los componentes de la unidad no se entiende como la ingente inversión realizada por el Ministerio de Defensa en est equipamiento se va ahora 'al cajón'. «30 millones de euros vamos a meter en cajas en septiembre y no vamos a saber cuándo los vamos a volver a sacar, ¡si los sacamos!». Con esta frase lapidaria un militar se expresaba para definir cual va a ser el futuro de la unidad.

En el último año varios equipos de la UAV-PASI han sido sometidos a un retrofit (modificación evolutiva) cuyo coste ha superado con creces los cuatro millones de euros y todo ello «para empaquetarlo en septiembre», sentencia uno de los militares de esta unidad».

Otro componente afirmaba a leonoticias: «Todo pinta muy mal, la ampliación del mando de la unidad un año más al actual jefe, cuando el mando de estas unidades es de dos años máximo». «Y siendo una unidad deseada como destino para cumplir el tiempo de mando de los jefes, hace pensar que esa ampliación sea para cerrarla, ojalá me equivoque», haciendo referencia a la ampliación por un año del tiempo de mando, de dos a tres años, del actual jefe de la unidad Grosa IV/1.

Otro militar afirma resignado que «hay una mano negra, a León vienen unidades del Ejército Americano destinados en Alemania a hacer sus prácticas de vuelo con sus drones por el espacio aéreo restringido y por las condiciones climatológicas y nosotros nos vamos a ir, es incomprensible»

La ausencia de un plan de instrucción acorde con el tipo de unidad aérea hará que tanto pilotos como observadores y personal de mantenimiento pierda facultades técnicas a la hora de ejecutar algún tipo de ejercicio real.