«El cambio climático está aquí», ha advertido este el delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en Castilla y León, Javier Gordaliza, tras subrayar que la Comunidad ha registrado su verano más cálido del siglo XXI y el décimo desde 1951.
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El mensaje ... lo ha dado Gordaliza en el tradicional encuentro con los medios para hacer balance del verano y la situación hídrica, análisis en el que ha estado acompañado por el delegado del Gobierno, Javier Izquierdo, quien ha aprovechado para destacar la relevancia de las políticas de transición ecológica puestas en marcha por la Administración para frenar este fenómeno que influye negativamente en la evolución económica, el medio ambiente y la salud de las personas.
Al margen de los valores contabilizados el pasado verano, Gordaliza ha incidido en que ese cambio climático que «está ya aquí» lo atestiguan las últimas tormentas registradas en Castilla y León, la subtropical Alpha que el pasado 17 de septiembre afectó, de forma muy intensa, a la localidad salmantina de La Alberca, así como la que en 2018 dejó sus efectos en las provincias de León y Burgos.
«Es algo que nunca se había visto en la Península. El cambio climático nos está afectando ya«, ha indicado Gordaliza, quien se remonta a 2005 para hacer referencia a la borrasca Delta que afectó a Canarias.
«Hay que estar alerta por estos fenómenos que van a venir, aunque la población tiene que estar tranquila porque contamos con los medios de previsión y prevención correspondientes«, ha añadido el responsable regional de la AEMET.
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Con respecto al pasado verano, Gordaliza ha explicado que los valores registrados en Castilla y León de temperaturas medias--la media ha sido de 23,9--en el trimestre junio-julio-agosto de 2020 han sido superiores a los normales (cálido) o muy superiores a lo normal (muy cálido), si bien en zonas del norte y sobre todo del noreste ha llegado a tener un carácter normal.
En promedio, ha estado 0,8 grados por encima del valor normal, siendo el noveno verano más cálido del siglo XXI y el décimo desde 1951, situación a la que ha contribuido un mes de julio «extremadamente cálido, sobre todo en el Oeste y el Sur de la Comunidad», ha precisado Gordaliza.
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Aunque tanto las temperaturas máximas como las mínimas han superado sus valores esperados, han sido los valores diurnos los más destacados, situándose 1,2 grados por encima de su promedio (estimación realizada solo con los registros de los Observatorios Principales de AEMET en la Comunidad).
En cuanto a los episodios más destacados, el responsable de la AEMET en la Comunidad ha citado dos olas de calor muy seguidas, la primera entre el 25 de julio y el 2 de agosto y la segunda entre el 6 y el 10 de agosto.
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En ambos episodios se registraron las temperaturas máximas del verano destacando los valores observados en el Valle del Tiétar (Ávila) que superaron los 40,0 C (42,0 C el 6 de agosto) o los 38 que el 27 de julio marcaron los termómetros en Burgos, una cifra récord nunca antes alcanzada.
Respecto de los episodios fríos, el más largo se situó entre el 7 y el 13 de junio con heladas débiles y la temperatura mínima más baja, -2,0 C, registrada en Vegarienza (León) el 8 de junio. El período más intenso, pero de menor duración, sucedió entre el 28 y el 31 de agosto. En Puerto el Pico (Ávila) el día 31 hubo una mínima de -3,1 C.
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Por su parte, las precipitaciones en forma de chubasco y con tormenta han configurado el carácter pluviométrico del verano. Algunas de ellas fueron intensas, con tormenta, ocasionalmente acompañadas de granizo y con rachas máximas de viento de carácter fuerte.
Aunque en general el promedio de las precipitaciones registradas se sitúa muy próximo a su valor esperado, su distribución es heterogénea.En Ávila y Salamanca ha sido seco o muy seco, mientras que en el resto ha sido normal o húmedo, incluso muy húmedo. La mayor parte de las estaciones han registrado valores comprendidos entre 47 y 110 l/m 2 con 16 días de precipitación apreciable.
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El año hidrológico (de 1 de octubre al 30 de septiembre de 2020) a fecha de 18 de septiembre presenta un superávit del 10 % respecto al valor esperado (estimación realizada con los datos de los Observatorios Principales de AEMET en Castilla y León).
En cuanto a episodios destacados, el 11 de junio, por estar relacionado con una borrasca atlántica tardía, dejó cantidades significativas en el norte de la Comunidad y sobre todo en el norte de Burgos, donde se registraron en todo el mes 172 l/m 2.
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Destaca también el periodo de inestabilidad del 8 y 9 de julio, con tormentas localmente intensas, destacando Monterrubio de la Demanda (Burgos), donde se registraron 57,8 l/m 2 en tan solo una hora el segundo de los dos días citados, así como el episodio de 11-12 de agosto, cuando la presencia de una Dana en el oeste peninsular originó precipitaciones intensas en Castilla y León.
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