El espíritu navideño en León se ha visto empañado una vez más por un lamentable acto de vandalismo. En la mañana del domingo 22 de diciembre la figura del niño Jesús del Belén instalado frente a la Casa Botines apareció decapitada, ofreciendo una imagen desoladora a los miles de transeúntes que disfrutan de las luces y decoraciones del centro de la ciudad.
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La figura de San José apareció, también, tirada a unos metros de distancia y aunque actualmente ya ha recuperado su posición habitual, la figura del niño Jesús sigue sin cabeza.
Esta gamberrada navideña, tristemente ya habitual en estas fechas, vuelve a hacer acto de presencia, dejando una marca amarga en una de las tradiciones más representativas de la Navidad. El Belén, ubicado este año frente a Botines, ha perdido la cabeza de la figura del niño Jesús antes de que las festividades hayan alcanzado su clímax, justo cuando León se prepara para recibir la mágica noche de Nochebuena.
Fuentes policiales confirman que este primer fin de semana navideño ha sido especialmente conflictivo, con un notable aumento en el número de incidentes registrados en la ciudad. Entre los episodios más destacados se incluye una pelea en la calle en la Plaza de Regla, que dejó como resultado dos detenidos tras obligar a los agentes a intervenir rápidamente en una zona abarrotada de gente.
La ubicación del Belén, trasladado este año desde San Marcelo a la plaza frente a Botines, ha dificultado su vigilancia. La ausencia de cámaras de seguridad en la nueva localización complica la identificación de los responsables, un factor que contrasta con la seguridad que ofrecía la anterior ubicación.
Con este suceso, la ciudad se enfrenta al desafío de equilibrar la festividad con el respeto por los espacios públicos y las tradiciones. El Belén, que representa uno de los símbolos más importantes de la Navidad, no solo ha sido objeto de daño material, sino también emocional, dejando una sensación de tristeza en una época destinada a unir y celebrar.
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Este primer fin de semana de diciembre deja un sabor agridulce en León. Mientras las luces iluminan sus calles, el Belén frente a Botines se convierte en un recordatorio de que la Navidad, a veces, también trae consigo su propia dosis de tristeza.
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